La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) ha celebrado su junta directiva en Valladolid, donde ha contado con la participación especial de Francisco J. Riberas, presidente de Sernauto, la Asociación Española de Proveedores de Automoción. Durante la reunión, ambas entidades destacaron la importancia de la colaboración para enfrentar los retos de la transición hacia una industria de la automoción más sostenible, conectada y autónoma.
Josep María Recasens, presidente de Anfac, hizo un llamamiento a la colaboración entre el sector y el gobierno para establecer políticas industriales que garanticen el futuro de la automoción en España: “La transformación hacia el vehículo electrificado es un desafío que solo superaremos con un esfuerzo conjunto. Desde Anfac y Sernauto estamos comprometidos en liderar este cambio y asegurar la competitividad de nuestra industria en España”.
Por su parte, Francisco J. Riberas resaltó el papel crucial de los proveedores en esta transición, afirmando que “los proveedores de automoción somos una pieza clave en la cadena de valor del vehículo electrificado, diseñando y suministrando los componentes, sistemas y tecnologías que hacen que los vehículos sean cada vez más eficientes, conectados y automatizados”. Además, destacó la necesidad de fomentar relaciones de colaboración y confianza con los fabricantes para asegurar una transición justa y exitosa hacia la movilidad sostenible.
Un compromiso con la sostenibilidad y la innovación
La junta directiva subrayó la relevancia de la colaboración estrecha entre fabricantes y proveedores para fortalecer la competitividad de la automoción española. Anfac y Sernauto coincidieron en que el respaldo del gobierno y el trabajo conjunto con todos los actores del ecosistema de la nueva movilidad son elementos esenciales para alcanzar los objetivos de descarbonización y desarrollo de la cadena de valor de la electromovilidad.
El sector de la automoción en España, uno de los pilares industriales del país, se enfrenta a la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas del mercado, que incluyen la reducción de emisiones y el impulso de vehículos eléctricos y autónomos. Este proceso requiere una inversión significativa en innovación y un marco regulador estable que apoye la transformación del sector