El sector del transporte por carretera
cierra el año 2024 con importantes acontecimientos que marcarán su evolución en los próximos años. Uno de los puntos más relevantes fue el anuncio del incremento de tarifas en autopistas de peaje, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2025.
Según el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, estas subidas oscilarán entre el 3,84% y el 5,45%, dependiendo de la concesión administrativa correspondiente. Esta actualización responde al aumento del índice de precios al consumo (IPC) y a la eliminación progresiva de las subvenciones implementadas en 2022, lo que ha generado preocupación entre los transportistas por el impacto en sus costes operativos.
Además, el Gobierno ha decidido extender las ayudas al sector del transporte hasta junio de 2025, destinando una inversión superior a los 1.600 millones de euros.
Estas medidas, incluidas en el decreto anticrisis, buscan mitigar la presión económica sobre las empresas y autónomos del sector, a la vez que impulsan iniciativas de sostenibilidad. A pesar de ello, el sector enfrenta serios desafíos en materia de seguridad vial, con un incremento del 1% en el número de fallecidos en accidentes de tráfico respecto al año anterior. En total, 2024 dejó un saldo de al menos 1.107 muertes en las carreteras españolas, rompiendo con la tendencia descendente de la última década.
Necesidad de mejoras adicionales
En cuanto a infraestructuras, se destaca la reapertura del viaducto de O Castro en la A-6 durante diciembre, un hecho significativo para la conectividad de Galicia. Sin embargo, los transportistas han insistido en la necesidad de mejoras adicionales en el pavimento de esta vía para garantizar una circulación más segura y eficiente. Por otro lado, el sector ha dado pasos importantes hacia la sostenibilidad y la digitalización, con una mayor adopción de tecnologías como inteligencia artificial y sistemas de gestión de almacenes (SGAs). Estas herramientas han sido clave para optimizar procesos logísticos y reducir la huella de carbono en las operaciones.
De cara a 2025, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) anticipa un escenario desafiante, marcado por la inestabilidad económica y el incremento de costes operativos. No obstante, el compromiso con la modernización y la colaboración entre el Gobierno, las asociaciones y las empresas será fundamental para superar los obstáculos y garantizar un futuro más competitivo y sostenible para el transporte por carretera. El próximo año se vislumbra como un periodo clave para abordar cuestiones como la transición energética, la seguridad laboral y la eficiencia operativa en un sector que sigue siendo esencial para la economía española.
