En el Boletín Económico de Noviembre, el Banco de España analiza la oscilación que ha registrado el precio del crudo en los mercados internacionales, y cómo han reaccionado las compañías ante esta fluctuación, recordando que, en los precios de venta al público, también influye el grado de competencia, la evolución del tipo de cambio y los impuestos. Según el Banco de España, la transmisión del precio del crudo, que estaba a más de 140 dólares/barril en julio, y a menos de 50 en nuestros días, a los mercados mayoristas de derivados del petróleo ha sido "prácticamente completa y muy rápida", aunque existen diferencias en el comportamiento de las gasolinas y de los gasóleos, que reflejan un aumento del precio relativo del diésel por su mayor demanda. En lo que respecta a los mercados minoristas, si se comparan precios en dólares antes de impuestos, en todos los países se observa un menor grado de transmisión, lo que sugiere que hay menos competencia, y se aprecian diferencias entre las gasolina y el gasóleo, añadiendo que estamos en el país en el que menos se gravan los derivados petrolíferos, lo que implica que, ante una variación similar de los precios antes de impuestos, la repercusión en los precios de venta al público siempre será superior.