En concreto se han realizado 368.269 pruebas, de las cuales 4.072 conductores (1,10%) conducían habiendo ingerido una tasa de alcohol, superior a la permitida. Esta cifra es ligeramente superior a la registrada en la campaña del año pasado, en la que se realizaron 359.726 controles y 3.797 conductores (1,05) dieron positivo.
De las 4.072 denuncias, 3.484 se han detectado en dichos controles, 263 por motivo de infracción, otras 263 por accidente y 62 por síntomas evidentes de ingesta de alcohol. Asimismo, a 3.316 conductores se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 756 restantes se les ha instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,6mlgr/l en aire.
Las pruebas se han realizado tanto en horario nocturno, como en horas del mediodía, con el fin de provocar un efecto disuasorio de ingestión de bebidas alcohólicas durante las típicas comidas que son propias de este mes.
La ingestión de alcohol produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de vehículos.
Desde la DGT consideran que "a pesar de que los conductores cada vez están más concienciados de la incompatibilidad del alcohol y conducción, todavía queda, como se sigue demostrando en estas campañas, un pequeño reducto de conductores que no son conscientes de los peligros a los que exponen al resto".