También se introducirán mejoras para dotar a Avenida de América de mejor ventilación, climatización y sistemas de aire acondicionado, y se reforzarán las medidas de seguridad y extinción de incendios, además de la extracción de humos para permitir una menor afección a las viviendas cercanas.
Junto a estas mejoras, también se acometerá una ampliación del intercambiador de 6.350 m2 más para construir una nueva rampa de salida del aparcamiento, escaleras y salidas de emergencia, huecos de ventilación natural, así como cuartos auxiliares y técnicos.
Las obras también tienen previsto actuar sobre los túneles de entrada y salida de los autobuses para proceder a su ensanchamiento y mejorar la fluidez de paso y la seguridad de los buses. El objetivo es propiciar una mayor rapidez de entrada y salida de los vehículos, para ahorrar tiempo en cada expedición.
También se construirá una nueva rampa a modo de salida alternativa de autobuses para posibles casos de bloqueo de los túneles, que tendrá una salida directa a la superficie desde el nivel -1, incorporándose al paso inferior que cruza bajo la calle Cartagena, y se utilizaría en caso de una eventual avería de un autobús o cualquier incidencia.
Cien por cien accesible
Otro de los objetivos será la mejora de la funcionalidad y la accesibilidad, de forma que se ampliarán las escaleras mecánicas, se instalarán cinco nuevos ascensores de acceso al intercambiador y al aparcamiento, se incorporarán recorridos guiados para invidentes y se suprimirán las barreras arquitectónicas. Además, se actuará en la planta de acceso y en la cubierta del templete, para mejorar su integración en el espacio público y ambiental.
El intercambiador de Avenida de América, con 36 dársenas y 47.850 m2 de superficie, es utilizado diariamente por 215.000 viajeros de 13 líneas interurbanas de autobús, 12 líneas de la EMT, cuatro de Metro y líneas de largo recorrido. Cuenta con un aparcamiento público de 392 plazas para residentes y otras 253 de rotación.