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GM da marcha atrás en su decisión de deshacerse de Opel y anuncia un plan de reestructuración propio

Respecto a la planta de Figueruelas, Marcelino Iglesias, reconoce que la negociación estaba en "un buen punto"

jueves 05 de noviembre de 2009, 01:00h

"Dada la importancia de Opel/Vauxhall en la estrategia global del grupo, la junta directiva de GM ha decidido mantener Opel e iniciar una seria reestructuración de sus operaciones europeas". El grupo sostiene además que "el plan de reestructuración de GM implica un menor desembolso en comparación con las propuestas de los inversores".

Así, la compañía tiene previsto presentar en breve su plan en  "Alemania y otros gobiernos, con la esperanza de obtener opiniones favorables", según Fritz Henderson, presidente y consejero delegado, quien ha continuado reconociendo que "entendemos la complejidad y la duración de este tema ha sido agotador para todos los involucrados. Sin embargo, desde el principio, nuestro objetivo ha sido el de asegurar la mejor solución a largo plazo para nuestros clientes, empleados, proveedores y distribuidores, que se refleja en la decisión adoptada".

Sobre una base preliminar, el plan de GM implica gastos totales de reestructuración de alrededor de 3.000 millones de euros, una cifra significativamente menor que todas las ofertas presentadas en el marco de las negociaciones con los potenciales inversores. GM trabajará con todos los sindicatos europeos para obtener un plan de contribuciones significativas a la reestructuración de Opel.

Reacción en Figueruelas

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, no ha ocultado su sorpresa por la decisión de General Motors de no vender su filial europea a Magna, y ha dicho que hay que continuar trabajando y "volver a empezar" para alcanzar un buen acuerdo para la planta de Figueruelas (Zaragoza). Así lo indicó a los medios antes de participar en la presentación del corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo en la capital aragonesa, tras conocerse la decisión de la multinacional automovilística de quedarse con Opel y no vender las plantas europeas a la firma de componentes austríaco-canadiense Magna. "Estamos sorprendidos, después de seis meses de negociación no esperábamos que se produjera este desenlace, pensábamos que todo estaba atado, que todo estaba concluido", ha afirmado Iglesias, quien ha recordado que se había llegado "a un buen punto en la negociación".

El presidente autonómico se ha puesto en contacto con el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Según Iglesias, el punto de partida en esta nueva negociación tiene que ser lo que ya se había conseguido con la firma austríaco-canadiense, y "a partir de ahí para mejorar", aunque ha recordado que cuando se inició el proceso Aragón ya mostró su preferencia por el proyecto de GM, ya que "las condiciones eran mejores que las iniciales de Magna".

Según Iglesias "se puede desarrollar un buen acuerdo, con esta decisión todos se han quedado un poco fuera de juego", aludiendo a la opinión de los alemanes y su canciller, Angela Merkel, para quien resulta "la peor noticia". El presidente aragonés ha recalcado que el trabajo realizado hasta ahora ha sido "honesto y sincero", y lo que no se imaginaban era que "después de tantas reuniones, después de tanto esfuerzo, esto no sirviera para nada". No obstante, ha hecho hincapié en que su obligación es "seguir adelante y volver a empezar", mostrando su confianza en la planta zaragozana y en los sindicatos. Iglesias ha añadido que "si se mantienen las condiciones, la producción y el nuevo Meriva se hace en Figueruelas, evidentemente el Gobierno aragonés cumplirá sus compromisos".