"En los últimos diez años (...) nuestro consumo de energía se ha incrementado un 9%", dijo Zapatero al Parlamento Europeo en Estrasburgo, según ha publicado la agencia Reuters. "Necesitamos reducir nuestra dependencia. Si no la reducimos, no seremos capaces de tener ningún crecimiento económico".
Alrededor del 58% del gas utilizado por los hogares e industrias europeos procede de fuera de la UE. Aproximadamente el 40% de esas importaciones son rusas, seguidas del 24% de Noruega y un 20% de Argelia.
"Hemos pasado de un 44 a un 53% de dependencia energética", agregó el presidente español. "Esos 9 puntos porcentuales adicionales representan 67.000 millones de euros que transferimos a otros países desde la UE: es casi exactamente lo mismo que todos los países europeos gastan en inversión pública y desarrollo".
Liberalizar mercados, interconectar redes y promover vehículos eléctricos
La primera de las dos prioridades españolas es extender la liberalización de los mercados energéticos, una iniciativa que la UE lanzó el pasado marzo con nuevas leyes para fragmentar gigantescas compañías energéticas.
La segunda es lograr una mejor interconexión entre redes nacionales para transportar gas y electricidad, lo que promovería una mayor competencia entre suministradores, haría bajar los precios y permitiría a los países ayudarse entre ellos en crisis energéticas.
"Europa no ganará el liderazgo de la competitividad económica mientras no afronte el reto de la interconexión energética entre áreas", dijo el líder socialista.
Los dirigentes europeos también quieren animar a la inversión en ‘Redes inteligentes’, redes de energía altamente informatizadas capaces de compensar las fluctuaciones en suministro y demanda de energía.
"Necesitamos promover el desarrollo de las energías renovables, que por su propia naturaleza requerirán más versatilidad en lo que se refiere a distribución", declaró Zapatero.
El presidente del Gobierno español también subrayó la necesidad de que exista una coordinación en la promoción de los vehículos eléctricos, que desempeñarán previsiblemente un gran papel en cualquier futura política europea para reducir las emisiones del transporte.
"Si avanzamos de una forma integrada como europeos con una visión conjunta (...) eso contribuirá a la batalla contra el cambio climático", reflexionó.
