La dirección de General Motors Europa anunció ayer, como se temía, el cierre de su fábrica de Opel en Amberes (Bélgica), aunque la buena noticia es que confirmó expresamente la continuidad de la planta de Figueruelas (Zaragoza). A pesar de ello, se mentiene el plan de reducir 900 empleos en la planta aragonesa.
El recientemente nombrado consejero delegado de GM Europa, Nick Reilly, declaró que el cierre de la factoría belga conllevará 2.600 despidos, en una decisión que, además de llevarse barajando varios meses y formar parte del plan de reestructuración de la compañía, "no ha sido tomada a la ligera y es el resultado de la situación económica actual", reconoció. El cierre se llevará a cabo de forma progresiva durante este ejercicio.