Por su parte, el Consejo de Estado considera justificado reducir esta tasa puesto que la misma atentaría contra el interés general al afectar a la competitividad del sector del transporte, fuertemente expuesto a la competencia internacional.
De esta manera, parece probable que en junio 2010 se presente una nueva propuesta sobre esta tasa.
Según explica Astic, las autoridades francesas, con el fin de reducir las emisiones de CO2, pretendían a gravar con 17 euros la tonelada de CO2, es decir 4,52 céntimos por litro de gasóleo (5,36 céntimos por litro IVA incluido). Esta tasa se añadiría al precio habitual del gasóleo y debería ser pagada por el transportista directamente al proveedor.
De forma posterior el transportista (únicamente el que utilice vehículos de más de 7,5 toneladas) podrá recuperar un porcentaje de esa tasa (un 35,4%) en el momento de realizar su solicitud de recuperación de la TIPP (tasa de gasóleo profesional en Francia).