Según publica El Ideal Gallego, el ritmo es de diez vehículos al año y la última remesa entró en funcionamiento en diciembre: una decena de autobuses Euro 5, que cuentan con una serie de mejoras como el arrodillamiento lateral y las plataformas para sillas de ruedas o los cinturones de seguridad en el interior para personas con problemas de movilidad.
"Es verdad que las asociaciones de minusválidos prefieren la rampa, pero éstas también presentan problemas", ha asegurado Neira. El resto de los vehículos, unos treinta, disponen de una plataforma basculante, que se inclina hacia la parada para que el usuario en silla de ruedas pueda subir fácilmente.