Novo ha asegurado que esta iniciativa responde a la necesidad de "continuar atendiendo la política de reducción de contaminación ambiental y acústica en el entorno urbano, y seguir contribuyendo a la potenciación del transporte publico" que la entidad aplica dentro de su plan de gestión medioambiental con esta prueba experimental.
El vehículo puede funcionar indistintamente como eléctrico puro (sin emisiones contaminantes) o en función de las necesidades de servicio, en la denominada función híbrida, en la cual se pone en marcha un pequeño motor diesel.
Su funcionamiento eléctrico lo convierte en un vehículo ecológico y sostenible, especialmente para funcionar en líneas que recorren centros urbanos, zonas muy pobladas o calles estrechas.
El presidente de la entidad ha destacado "la importancia y la necesidad" de promover el uso del transporte público como forma de conseguir una "mayor movilidad y una mejor calidad de vida. Por este motivo es importante participar en experiencias como ésta que suponen el uso de combustibles alternativos y de sistemas de tracción poco o nada contaminantes".
Un 30% menos de consumo
El vehículo a prueba tiene una longitud de 9,5 metros y una anchura de 2,4 con capacidad para 17 personas sentadas y 40 de pie. Como el resto de la flota de EMT Valencia, es totalmente accesible y dispone de rampa para acceso de personas con movilidad reducida. Incorpora una carrocería innovadora y novedosa con un diseño especialmente orientado a los entornos urbanos, ya que se ha fabricado con materiales ecológicos, formas redondeadas y grandes superficies acristaladas que permiten la visión panorámica de la ciudad.
A este respecto, Alfonso Novo considera que el híbrido de Castrosua es un "claro ejemplo de la tendencia hacia donde avanza el transporte público en un factor clave como es el material utilizado, como en este caso los elementos reciclables, así como un mayor espacio y una mayor iluminación interior natural gracias a los amplios cristales que incorpora el autobús".
Con 80 litros de gasóleo, su autonomía es de 300 kilómetros, lo que supone más del recorrido medio de una jornada. Gracias a su motor de tracción híbrida son vehículos capaces de reducir el gasto de combustible en torno a un 30% y reducir el mismo nivel de CO2 emitido respecto al resto de autobuses convencionales, por lo que son un claro ejemplo de apuesta por el uso de energías limpias.
Novo ha explicado que EMT va a participar en un proyecto conjunto con Barcelona y Madrid, llamado ‘Electrobús’, suscrito por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), destinado a facilitar la incorporación de vehículos de eficiencia energética, ya sean modelos electrónicos, híbridos o de hidrógeno. En este sentido, ha asegurado que existe "un programa para adquirir cinco autobuses híbridos a lo largo de los próximos cinco años, y transformar otros cinco".
