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ANÁLISIS SECTORIAL

El sector de transporte guipuzcoano se enfrenta a la peor crisis de su historia, según Guitrans

La patronal vasca emplaza a la colaboración real de todos los agentes implicados para superar la recesión

martes 01 de junio de 2010, 01:00h

El transporte de mercancías por carretera, verdadero termómetro del desplome industrial —a juicio de la patronal vasca Guitrans—, ha sido uno de los sectores más castigados por la crisis económica. La asociación advierte que en Guipúzcoa hay ahora 134 empresas de transporte menos que en enero de 2009.

Esta tendencia de reducción de empresas se acelera especialmente en el primer cuatrimestre de 2010, en el que han desaparecido en cuatro meses 46 empresas.

"Desde Guitrans llevamos varios años trabajando con especial intensidad para paliar los efectos devastadores, tanto económicos, como sociales y empresariales de la actual crisis económica, que viene precedida por otra crisis provocada por la exorbitante subida del gasóleo en 2008. En el actual proceso de destrucción del sector del transporte, es ineludible la responsabilidad de formular y defender lo que en estos momentos consideramos prioritario y fundamental para el Sector, sin regatear ningún esfuerzo y actuando de una manera conjunta y unida  en su defensa".

La patronal recuerda que "una medida solicitada, y que hasta el momento no ha tenido respuesta positiva por parte de los Ministerios de Fomento y de Trabajo, es la prórroga del aplazamiento de pago a la Seguridad Social. A partir de julio de 2010 muchas empresas, en una situación precaria, van a tener que hacer frente a un doble pago a la Seguridad Social. La actual coyuntura y los problemas de financiación justifican esta solicitud del Sector".

Para la asociación, otro problema no debidamente abordado y prioritario es la problemática generada por la excesiva dilación en los plazos de pago, que "exige regular de manera taxativa los mismos, para mejorar la liquidez y reducir el riesgo de las empresas de transporte". Para ello es indispensable establecer con carácter urgente "una regulación análoga a la francesa –Ley 2006 de 10 de enero de 2006, Ley Gayssot– que obligue al pago de las facturas en un plazo de 30 días, por decreto, no como ocurre hasta el momento, que se efectúa a 90, 120, 150, 180  días o incluso más, lo que provoca graves problemas de liquidez y de morosidad".

En materia de normativa social, Guitrans reivindica la flexibilización de los tiempos de trabajo, conducción y descanso, para poder desarrollar la actividad con criterios de rentabilidad. Otro aspecto que es prioritario, y pendiente desde los acuerdos de 2008, es la revisión del baremo sancionador aplicado en España con un carácter "abusivo, excesivo y desproporcionado, gestionado con un claro afán recaudatorio y muy superior a los de otros países del entorno lo cual nos coloca en franca desventaja", según la patronal.

Guitrans recuerda que ha realizado propuestas concretas como la que presentó en octubre de 2009, ante los responsables forales, el Plan Estratégico del Transporte Guipuzcoano, que recopila las líneas de actuación prioritarias para el transporte.
 
Futuro

La asociación considera que "por grave que sea la situación, el sector de transporte de mercancías tiene futuro, ya que es absolutamente necesario para el desarrollo de nuestra economía". Es otra de las razones por las que la patronal recuerda que sigue apostando y trabajando en proyectos  de futuro e interés general como es el Centro Integral del Transporte. "Esta infraestructura que se ubicará en Astigarraga, en conexión con el segundo cinturón de Donostia y que contará con 755 plazas de aparcamiento, vigilancia durante las 24 horas, un completo centro de formación, hotel, restaurante, lavandería, economato y gasolinera, en definitiva, con todos los servicios que un profesional del transporte puede necesitar, será una realidad a finales de 2011".

Como punto final a la rueda de prensa ofrecida ayer, representantes de la patronal guipuzcoana han emplazado al "trabajo conjunto" de todos los agentes implicados, tanto públicos como privados, ya que "de no adoptarse las medidas ineludibles planteadas, el resultado puede ser catastrófico".