www.nexotrans.com

ENCUENTRO EN LA CEOE

Regulación asimétrica y excesiva, costes ocultos y afán de control, los ‘dramas’ normativos del Sector (II)

Barbadillo pide una regulación administrativa ‘más simple, más accesible y menos costosa para las empresas’

lunes 28 de junio de 2010, 01:00h

Continuando con la información publicada el pasado viernes sobre la sesión de trabajo celebrada los pasados 23 y 24 de junio en la CEOE para analizar el tema normativo enfocado en el sector del transporte, el segundo ponente, Rafael Barbadillo, ofreció durante su presentación un minucioso repaso a las distintas normativas existentes y sus costes para la carretera.

El secretario general de Asintra explicó las dificultades que plantean al Sector los "muchos costes derivados del control de la Administración y de tener que dar tanta información". "¿Qué hace la Administración con toda la información que le envían las empresas? —se preguntó—. A veces mucha información es desinformación". Por otra parte, recordó que la Comisión ha definido al transporte por carretera como "un sistema prioritario para la reducción de las cargas". "Como mínimo, la normativa debería ser homogénea", enfatizó. "Pero en transporte esto no siempre es así, las transposiciones son más restrictivas en unos países que en otros".

Durante su presentación, Barbadillo hizo referencia al Reglamento 561/2006, a la Directiva 2002/15 y a la Directiva 2003/59. En el primer caso, explicó que el Reglamento 561 sobre tiempos de conducción y descanso, aplicable al transporte por carretera en sus modalidades de mercancías y viajeros, es "la principal carga para el Sector". "Acá nos encontramos con que todas las empresas, antes del inicio del viaje, tienen que saber qué hace su conductor. No hay espacio para imprevistos, las empresas son sancionadas". Además, expresó la dificultad añadida que conlleva para el Sector el que los administradores también tengan que firman certificados de actividades. "Sólo esta carga administrativa le supone 184 millones de euros al Sector", resumió. Por otra parte el tema de las descargas de datos, que a veces tienen que hacerse de forma remota, añade un gasto adicional de 176 millones de euros, mientras que en el tema del tacógrafo, la tarjeta personal que deben llevar los conductores  lleva aparejadas una serie de tasas y costes, sin hablar de la necesidad de que el conductor se persone ante la Administración. Finalmente, Rafael Barbadillo aseguró que sólo liberando de la obligación del tacógrafo a los trayectos inferiores a los 100 kilómetros se alcanzaría un ‘ahorro’ de 59 millones de euros. "En total, estamos hablando de 419 millones de euros, y esto es una normativa vigente", resumió.

Tiempos de trabajo y formación

Respecto a la Directiva 2002/15 que regula los tiempos de trabajo, los costes asociados a ella ascienden a 90 millones de euros, a lo que se suma que la transposición ha sido diferente en cada Estado miembro. "Y en el caso español, ha sido mucho más restrictiva, con la consecuente merma de la productividad", señaló.

Por su parte, la Directiva que establece la formación complementaria (CAP), que complementa la inicial, tiene un coste adicional de 4.000 euros por conductor, sin mencionar la formación de reciclaje (cada cinco años) que suma otros 500 euros. Y no sólo eso: además de ser un proceso costoso, esta formación debe hacerse en aula (siendo eminentemente teórica), algo que para el secretario general de Asintra, además de no ser necesario, gracias a las nuevas tecnologías, "implica un gasto de tiempo adicional". Por si fuera poco, nuevamente nos encontramos con que España es de los países que aplica más control sobre el tema, estableciendo además una serie de exigencias para los centros que imparten esta formación.

Otras cargas

Además, Barbadillo mencionó otras "soluciones" que soporta el Sector, tales como el Registro Europeo de Empresas de Transporte y las restricciones al tráfico o zonas verdes (con su correspondiente pago de tasas).

A todo ello se suma el nuevo reglamento sobre los derechos de los pasajeros, recordó Barbadillo, "que va a suponer una importantísima carga, principalmente para España e Inglaterra, los países que tienen más desarrollada la carretera en pasajeros" y que establece el pago de compensaciones similares a las del transporte aéreo, independientemente de, por ejemplo, que las causas de un retraso sean ajenas a la empresa.

A modo de conclusión, Rafael Barbadillo resumió las líneas de su exposición, reiterando que gran parte de las cargas burocráticas en el transporte derivan "de su obligación de información", que es fundamental superar la fragmentación del mercado, que la tecnología ha superado ya muchas obligaciones de información y control (algo que debería aprovecharse mejor) y, sobre todo, que resulta fundamental una armonización a nivel europeo de todo lo que se refiere a la normativa y registros de transporte. "Esto, al final, se traduce en unidad de mercado", sentenció.

La última exposición de la sesión dedicada al transporte, ofrecida por Fernando Cascales, será publicada en la web de mañana.