Las empresas de transporte en autobús aplicarán un descenso del 0,27% en sus tarifas, el porcentaje que arroja la fórmula que el Sector pactó en 2002 con la Administración, pero repercutirán la subida de un punto porcentual (desde el 7% hasta el 8%) prevista para el IVA también para el próximo 1 de julio. Por tanto, aunque cobren más al usuario, un 0,70% de media, ingresarán menos, un 0,27% por cada billete.
"La normativa que regula la revisión tarifaria dice que en el segundo trimestre de cada año se producirá la revisión tarifaria conforme a unas normas y unas reglas. Hay una fórmula que tiene en cuenta el IPC medio (en el caso de ahora para 2010, la variación del IPC medio de 2009 con respecto al IPC medio de 2008)", explica el secretario general de Asintra, Rafael Barbadillo, a NEXOBUS.com.
"Existe un pequeño índice corrector que está ligado a la productividad, es decir los viajeros/km transportados del año 2009 con respecto a los del año 2008, que podría producir una pequeña variación, pero muy pequeña", añade Barbadillo, quien resume que "la parte gruesa del incremento o la revisión tarifaria viene dada por la variación de los IPCs medios. Qué es lo que ha ocurrido: que la fórmula arroja que la revisión tarifaria tiene que ser de -0,27%. Hemos estado trabajando con el Ministerio, hemos hecho varias peticiones a Juan Miguel Sánchez, a la Dirección General e incluso a la propia Secretaría de Estado, y hemos argumentado que además de atravesar la crisis económica general, sufrimos la específica del Sector del transporte, que añade la merma de viajeros que veníamos padeciendo desde que se inició la crisis, el coste del combustible (que en los últimos 12 meses acumula un incremento de más del 25%), y el incremento de los costes de personal. Los convenios colectivos, en su mayoría, se firmaron antes del inicio de la crisis, con lo que el incremento salarial del año 2010 está muy por encima del IPC. Todo esto, combustible y mano de obra, representa el 70% de los costes del Sector, el resto ya es otro tipo de costes que tienen menor incidencia".
Por todo ello, y motivados por estos dos componentes, "estábamos solicitando al Gobierno una revisión especial de las tarifas este año. Fomento ha estado trabajando con el Ministerio de Economía, quien por así decirlo, no ve posibilidades de llevar a cabo la revisión tarifaria en los términos que nosotros solicitamos, por diferentes motivos", continúa Barbadillo. "Y esto no lo entendemos, porque hay otros sectores de la economía, como el ferroviario, donde sí se ha practicado una revisión especial de las tarifas, o el sector eléctrico, que por el déficit que acumula de tarifas vivió una revisión a principios de año y se ha anunciado ahora una segunda. Entendemos que, por motivos excepcionales, también al Sector del trasporte por carretera debería hacérsele una revisión especial".
Sin embargo, lo que se hace es que "en vez de llevarlo al primer día del segundo trimestre de este año, se retrasa al 30 de junio para entrar en vigor el 1 de julio, con la aplicación del nuevo IVA para el transporte, que pasa del 7 al 8%. Nosotros hemos trabajado y seguiremos trabajando y luchando por buscarle alguna solución a la situación que estamos padeciendo", apostilla.
Percepción errónea
Con toda esta situación, "lo que se percibe es que van a subir las tarifas, y no es así. Esa subida no la recibe el Sector, que actúa como recaudador. El IVA es un impuesto que la empresa recauda para la Administración, no tiene para nosotros ningún efecto... Bueno, sólo un efecto que se percibe desde el punto de vista negativo por parte de la demanda, claro". Al respecto de una posible modificación de la fórmula aplicada a la revisión de las tarifas, Asintra "ha pedido siempre que la fórmula se revise introduciendo un componente que tenga en cuenta principalmente la evolución del coste del combustible. Por ejemplo, el convenio colectivo, dentro del escaso margen de maniobra que tenemos, forma parte de una mesa de negociación colectiva entre empresarios y sindicatos. Pero el coste del combustible es una cosa que nos viene dado. El petróleo se incrementa y, al final, el precio del gasoil sube. Y no podemos sentarnos con las petroleras y decir "pues no me lo vas a subir este año, no te voy a pagar más de tanto". Porque la respuesta sería: "Muy bien, si quieres seguir moviendo los vehículos, o me lo compras a mí o te vas a otro, que tiene los mismos precios o parecidos a los míos". Consideramos indispensable que se tenga en cuenta la variación del coste del combustible, siempre hemos pedido que se tuviese en cuenta. Sobre todo porque, además, las previsiones son que continúe la evolución al alza".
