Con el objetivo de responder a las demandas siempre crecientes de vehículos más respetuosos con los recursos naturales y el medio ambiente, Irisbus Iveco propone su gama de vehículos Citelis, Crealis y Crealis Neo, en versión de 12 y 18 m, impulsados por una prometedora técnica de propulsión de nueva generación: la hibridación. La hibridación combina un motor térmico de cilindrada reducida y un motor eléctrico que permite la función de ‘start & stop’ (parada y marcha).
Estos vehículos se benefician de la experiencia del fabricante, de más de 15 años en este segmento. Durante este periodo, la empresa ya ha fabricado 120 autobuses de tracción híbrida, basados principalmente en el EuroPolis y el City-Class, así como varias decenas de vehículos que funcionan con baterías o con pila de combustible. También circulan más de 600 trolebuses, ya sean basados en el Citelis (en varios países de Europa Central) o los modelos Cris-talis y Civis (con guiado óptico Siemens) adquiridos en Francia, Italia y España.
En el contexto de la fabricación en serie de su nueva generación de autobuses híbridos, la marca ha firmado un contrato de colaboración con BAE Systems para el suministro de componentes de la cadena de tracción, como el convertidor, el módulo de gestión de energía, las baterías, el generador con motor de arranque integrado para la función de "parada y marcha" y el motor eléctrico. La experiencia acumulada de ambos socios en materia de tracción eléctrica e híbrida se fundamenta en una flota de casi 3.000 autobuses en Norteamérica y Europa. En total, estos vehículos transportan a diario a más de dos millones de pasajeros y han acumulado cerca de 400 millones de kilómetros en viajes.
Transmisión híbrida en serie
Según las condiciones operativas, el ahorro de combustible y la reducción de las emisiones de CO2 pueden alcanzar entre un 20 y un 30%, mientras que las emisiones de NOx se recortan en un 50%.
El motor Iveco Tector 6 EEV de pequeña cilindrada (seis litros en lugar de los ocho del Cursor 8) tiene menos demanda de aceleración y para esta función lo complementan las baterías de iones de litio. Sin embargo, para mantener la velocidad constante las baterías ya no son necesarias. El motor Tector es suficiente.
En la fase de desaceleración, el motor eléctrico funciona como un generador para recuperar la energía cinética y recargar las baterías. En las paradas, el motor diésel se apaga y las emisiones del tubo de escape se detienen, lo que se traduce en un ahorro adicional de combustible y en una reducción de la contaminación atmosférica y acústica. Cuando es necesario emprender la marcha, las baterías alimentan el generador para volver a arrancar el motor diésel y poner el vehículo de nuevo en marcha al pisar el pedal del acelerador.
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