El Estudio contempla el análisis del transporte público (metro, autobús y taxi), la recogida de basuras y el estacionamiento regulado. Los objetivos de este I Estudio son comprobar la evolución de las tarifas de los servicios examinados en los Ayuntamientos seleccionados y, por tanto, la gestión de los precios públicos por parte de estas instituciones y su coherencia o no con los discursos de sus respectivas formaciones políticas en materia impositiva.
Por razones sistemáticas, el Estudio se ha dividido en dos bloques, el primero relacionado con el transporte público (metro, autobús y taxi) y el segundo con la recogida de basuras y el estacionamiento regulado. En cuanto al transporte público se han examinado 30 tarifas: nueve de metro, 10 de autobuses y 11 de taxis.
Los datos demuestran, según Adeces, que las instituciones recurren al incremento de los precios públicos y de las tasas de los servicios que gestionan, que en última instancia encubre políticas de recaudación, sustitutivas de las subidas de impuestos y que, en consecuencia conlleva que los debates sobre congelación o bajada de impuestos formen parte más de la teoría ideológica que de la realidad ciudadana a la que de una u otra forma le llega el encarecimiento propuesto por las instituciones. Mientras la inflación se situó en 2009 en el 0,8%, los transportes colectivos como el metro arrancaron 2010 con subidas globales de hasta el 3,9%, como en el caso de Valencia o del 4,6% como el autobús en el Ayuntamiento de Salamanca. Asimismo, los incrementos globales enmascaran otros parciales de mayor impacto, como el aumento del Bono Con Trasbordo del 21,62% en el metro y autobús de Madrid o más del 5% en el precio por trayecto del Bono en Tenerife o el 4,8% en la Tarjeta Mensual de Valencia.
Si bien es cierto que hay que mencionar las iniciativa de varios ayuntamientos de crear una tarjeta social o solidaria para colectivos especialmente desfavorecidos por la situación de crisis, no deja de ser preocupante la práctica de realizar subidas en aquellos títulos de transporte que penalizan claramente a los usuarios habituales, ya que estas subidas muestran una falta de sensibilidad alarmante porque pretenden centrar la política recaudatoria en aquellos ciudadanos que demuestran su dependencia del transporte público, con la adquisición de este tipo de billetes. Según Adeces es necesario que los beneficios sociales (como la gratuidad) estén más conectados con los niveles de renta que con otras circunstancias objetivas sí, pero menos equitativas.
Autobús
De los 22 ayuntamientos evaluados todos disponen de servicio de transporte en autobús. Se han analizado 10 tarifas: billete sencillo, bonobús sin transbordo, bonobús con transbordo, tarjeta de la tercera edad, tarjeta mensual, tarjeta joven, tarjeta familia numerosa o social, tarjeta de un día turística, tarjeta de 5 días turística y, finalmente, servicio nocturno (Búho).
En términos globales, el servicio de Autobús del Ayuntamiento de Salamanca es el que experimenta un mayor incremento porcentual (4,59%). Le sigue Valencia (3,06%) y Badajoz (2,67%). Por tarifas, las subidas más significativas de 2010 son: en el bonobús con trasbordo, Madrid, del 21,62%, (al pasar de 7,40 a 9 euros). En este capítulo le sigue Logroño con un 5,85% que pasa de 4,27 a 4,52 euros y Barcelona, con un 1,95%, que pasa de 7,70 a 7,85 euros.
En la tarjeta mensual, Salamanca sube un 5,77%, hasta llegar a 19,25 euros. Valencia por su parte, alcanza los 39,20 euros en la zona A, lo que supone un incremento del 4,81%, Badajoz (3,20%) sube desde 30,3 euros a 31,27 euros; mientras que Zaragoza (3%) cobra 35,36 euros. Por último, Barcelona (1,98%) en la zona 1, alcanza 48,85 euros.
