Un estudio de ProgTrans concluye que sólo dos Estados miembros —Alemania y Francia— se beneficiarán de ingresos extra por la internalización de los costes externos, mientras que la mayoría de los Estados de la UE va a acabar pagando mucho más de lo que va a recibir.
ProgTrans presentó los resultados de un estudio sobre el impacto económico de la internalización de los costes externos en cada Estado miembro de la Unión Europea y de la industria de transporte de mercancías por carreteras, que pone de manifiesto que: en 2009, la industria del transporte de mercancías por carretera ya ha pagado 15 millones de euros en tarifas de usuarios de la carretera; los costos generados por la internalización de los costes externos serían de 5 a 414 millones de euros por año, dependiendo del año y el escenario de la carga; agregar la internalización de los costes externos en cargos para el usuario de la carretera daría lugar a una carga total en la economía de la UE de 20 a 436 millones de euros al año.
El presidente del Comité de Liaison de la IRU UE, Alexander Sakkers, ha señalado que "El estudio de ProgTrans analiza las cuestiones de la relación costo-beneficio de la propuesta de la Comisión Europea de revisión de la Directiva de la Euroviñeta. Se destacan importantes dificultades económicas y una flagrante discriminación hacia el sector del transporte de mercancías por carretera, que hoy asegura más del 90% del valor de todo la distribución comercial de la Unión Europea y que ya paga cerca del 100% de sus factores externos, a través de tarifas de usuarios existentes en carretera, los impuestos y deberes".
Pérdidas generalizadas
A diferencia de lo que comúnmente se cree, la inmensa mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea sufrirá pérdidas enormes en sus presupuestos nacionales, no hablar de los costos adicionales impuestos sobre la economía en su conjunto, que daría lugar a una menor base imponible. Por el contrario, Alemania y Francia, como los únicos países de aplicación, serían capaces de proporcionar una rebaja del impuesto general hasta de 43 millones de euros.
"¿Merece la pena mantener una propuesta que claramente no resolverá las externalidades causadas por todos los modos de transporte, incluyendo ferroviario, marítimo, vías navegables en tierra y aire? Por el contrario, los actuales debates en el Consejo de Ministros deberían centrarse en la asignación de los ingresos derivados de los cargos actuales, los impuestos y derechos pagados por los diversos modos para eliminar eficazmente, o al menos reducir, sus respectivas externalidades", ha concluido Sakkers.
