Tras los agradecimientos por parte del viceconsejero del Gobierno Vasco, Ernesto Gasco, en la misma línea que en la sesión inaugural, tomó la palabra Miguel Ruiz, presidente de Atuc, que se felicitó por la asistencia récord al Congreso, de 220 personas, y destacó la internacionalización del mismo, ya que estuvieron presentes responsables de París, Lisboa, Italia y Bogotá. Realizó un rápido repaso por los puntos más importantes de cada ponencia, a lo largo de los dos días, y consideró "un éxito este Congreso, por el nivel de los ponentes y por el intercambio de experiencias que hemos podido disfrutar".
Gutiérrez toma la palabra
A continuación dio paso a la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, quien demostró su conocimiento de los asuntos abordados, "todos ellos de la máxima actualidad e importancia", comprometiéndose a estudiar las conclusiones de Atuc y ofreciendo a la organización su más entusiasta predisposición a la colaboración.
Gutiérrez, después de desvelar su pasión por el transporte público urbano, resumió su posición en tres ideas básicas: "quizá la competencia territorial es exclusiva, que la ordenación urbana debe ir ligada al transporte urbano y desarrollarse de la mano (sobre todo el ferrocarril), y que el transporte urbano es básico para asegurar los derechos de los ciudadanos y su igualdad de oportunidades".
"Estamos viviendo una etapa de convulsiones", declaró la secretaria de Estado, explicando que la burbuja inmobiliaria modificó un desarrollo urbanístico basado en el transporte privado, "algo que tenemos que arreglar cuanto antes, y para lo que el transporte urbano es clave. Este compromiso y un cambio de estilo de vida de la ciudadanía son necesarios para cumplir los objetivos. Y tanto es así, que el transporte urbano está en primera línea de las políticas comunitarias". En el reformado Libro Blanco de la UE se recogerán muchas claves del objetivo 20/20 relativas al transporte urbano y metropolitano.
También hizo referencia a las ventajas que "supondrá para el transporte urbano el reglamento 1370, porque condiciona los déficits y las subvenciones a determinadas necesidades de la ciudadanía.
Gutiérrez concluyó que "estamos obligados a llevar en volandas al usuario, para que deje el coche en casa. Tenemos la responsabilidad de contribuir a resolver los problemas derivados del cambio climático, porque nadie lo va a hacer por nosotros".
