En un artículo de opinión, Leinster asegura que mucha gente sigue creyendo que la principal limitación del comercio online son los métodos de pago electrónico, "aunque lo cierto es que con el aumento de los sistemas de seguridad y las garantía de los portales, este hecho ha dejado de ser un problema para los e-consumidores".
Sin embargo, no se ha perdido aún "el miedo a la tardanza en la recogida y envío de los productos, a la falta de agilidad de los proveedores y a posibles problemas en las devoluciones", lo que está limitando el desarrollo del comercio en Internet. "El servicio de entrega de paquetería convencional es lento y poco preciso y provoca un gran distanciamiento con los clientes", reflexiona Leinster, quien propone "diseñar y desarrollar servicios específicos para empresas que comercializan sus productos a través de Internet y proporcionar una red de distribución que garantice un servicio óptimo de entrega de los pedidos y satisfaga al cliente/consumidor final".
Pese a esta reflexión, Leinster ah querido destacar el papel de los distribuidores que, visto el potencial de su negocio, "han decidido ponerse las pilas y ofrecer servicios de valor añadido que se complementen y aumenten su calidad".