Lo que se pretende es que dichas tarifas cubran la totalidad de los costes de explotación y que se autoricen "con carácter inmediato, o en su defecto, se establezca la correspondiente dotación presupuestaria para cubrir dicho déficit tarifario, como se viene autorizando a otros servicios esenciales y básicos como la electricidad".
La federación había solicitado a través del Comité Nacional, el pasado mes de noviembre, una revisión extraordinaria de las tarifas para paliar la caída en la demanda de viajeros —cifrada en un 7% por la Administración y en más de un 20% según los operadores en algunos corredores— y el incremento del precio del gasóleo —más de un 16% respecto a octubre de 2009 y un 10% en lo que va de año—. En dicha ocasión la federación calculó que el aumento debería ser, como mínimo, del 5% para compensar tanto el precio del gasóleo y el descenso de la demanda como la reducción producida en junio de 2010, cuando descendieron un 0,29% al tiempo que subía un punto el IVA aplicable al transporte. De cualquier manera, Fenebus esperaba un aumento de tarifas no menor al 3% por parte de la Administración, "en línea con las subidas autorizadas a Renfe, 3,1% los billetes de los trenes de Cercanías y Media Distancia convencional y un 2,3% para los billetes del AVE, sobre todo teniendo en cuenta que otros servicios esenciales como la electricidad han conseguido la autorización para incrementar sus precios un 9,8% sobre el 10% solicitado por las empresas del sector energético".