El comité global de asignación de la multinacional ha reaccionado "positivamente" a la propuesta de los sindicatos Sigen-USOC y UGT y al resultado del referendo, en el que el 70% de la plantilla ha manifestado que acepta congelarse el sueldo y aumentar su jornada y la flexibilidad.
El 70% de la plantilla de Nissan de Barcelona ha votado a favor de un plan de mejora de su productividad, que implica congelar los sueldos y aumentar su jornada y su flexibilidad. La última exigencia de Nissan para invertir en Barcelona 80 millones en la producción de 60.000 camionetas al año es la formalización del acuerdo por parte de la mayoría ajustada del comité que suman Sigen-USOC y UGT.
Aunque fija como límite para firmar el pacto el próximo lunes a las cinco de la tarde, se trata de una mera formalidad para trasladar las medidas al convenio colectivo. Si se cumple este último paso, Nissan avanza que Barcelona recuperará la inversión.
"La propuesta se presentará al comité decisorio definitivo el 18 de enero, donde anticiparíamos una conclusión positiva", afirma la compañía en un comunicado. Según ha publicado El Periódico de Catalunya, un portavoz ha matizado que, tras el resultado positivo del referendo, la planta catalana "vuelve a ser candidata". El comité que decide las asignaciones de producción muestra su confianza en que el comité de empresa y "el equipo directivo local" cumplan con el último requisito dentro del plazo estipulado para asegurar "la oportunidad de revertir la decisión sobre la asignación del pick up y, así, lo adjudiquen a Barcelona".
Disconformidad en CCOO
Los sindicatos Sigen-USOC y UGT se han mostrado plenamente convencidos de que Nissan fabricará en la Zona Franca el nuevo vehículo ante la "apuesta decidida" que suponen las medidas refrendadas por los trabajadores.
El pasado 2 de diciembre, Nissan dejó a Barcelona sin la esperada adjudicación de la camioneta debido a la falta de un acuerdo para rebajar lo que considera unos costes laborales demasiado altos. Las medidas avaladas por la plantilla prevén una subida salarial del 2% del 2012 al 2014, un recorte en el complemento por baja, el aumento de la jornada mediante la eliminación de pausas y el incremento de los sábados de producción a 15 anuales.
El sindicato CCOO se ha desvinculado del acuerdo al considerar que Nissan ha incumplido un pacto industrial que incluía el compromiso de asignar nuevos modelos, para los que recibió ayudas y créditos públicos.