El presidente comenzó su intervención indicando que "no son amenazas, pero se dice que las fábricas españolas se cerrarán; no son amenazas, pero se revisan los contratos; no son amenazas, pero se filtra que los fabricantes venderán sus vehículos desde Portugal, por Internet o mediante filiales propias; no son amenazas, pero los conflictos se remiten al Tribunal Constitucional; no son amenazas, pero se afirma que podríamos no asistir al Salón de Barcelona; no son amenazas, pero... a nuestro juicio, todo esto justifica que se haya aprobado la Ley".
De este modo, según Romero-Haupold, "se trata de equilibrar la situación entre las pymes concesionarias y las marcas", mediante una Ley aprobada "por nueve de los 11 grupos políticos con representación parlamentaria, que se ponen de acuerdo porque consideran que la Ley es justa". Otro asunto que quiso explicar el presidente fue la razón por la que ahora se da el paso adelante, cuando es un asunto que se viene discutiendo hace años: "Porque ahora se están recibiendo cartas de cancelación de los contratos, o de revisión de los mismos. Antes, era libre la cancelación unilateral de los contratos por parte de los fabricantes, sin indemnización de por medio, pero ahora esto ya no sucederá".
Aspectos de mejora
Entre los aspectos que se pueden corregir con la nueva Ley, Faconauto destaca que "ya no tendremos que comprar más coches de los que vendemos. De hecho, son sólo los vehículos que nos asigna la marca, sin haberlos solicitado nosotros, los que se pueden devolver a 60 días, y no todos. Por otro lado, los fabricantes nos exigían que contruyéramos ‘catedrales’ para vender sus vehículos, pero no se garantizaba la amortización de esas inversiones. Además, tendremos libertad para elegir los bancos con quien financiar las operaciones, y también logramos que se nos permita vender nuestros negocios a quien queramos y como queramos".
Además, el presidente alabó que se clarifiquen aspectos como la adquisición de coches "que no queríamos. Tampoco es cierto, como se ha dicho, que las fábricas vayan a perder dinero con nosotros, ya que exportan el 80% de su producción". De hecho, para Romero-Haupold, los precios se abaratarán, al no tener que repercutir en el cliente las amortizaciones de las inversiones en infraestructura ni de los stocks, los cuales están en la actualidad en unos 18.000 millones de euros, pero han llegado al nivel de los 28.000.
Finalmente, Rafael García, responsable de vehículos industriales en Faconauto, destacó que "en nuestro Sector se mantiene la misma línea que a nivel general, con el agravante de que los vehículos industriales no han tenido la subvención estatal de la que han gozado los turismos. Al respecto de la posibilidad de que los fabricantes abran filiales, hasta la fecha no lo han hecho porque siempre han argumentado que dan pérdidas".