El transportista, disconforme con la denuncia, ha exigido un segundo pesaje, a lo que la Guardia Civil se ha opuesto a pesar de que existe una estación ITV muy cercana al lugar donde se encuentra estacionado el camión. Por ello ha presentado una demanda en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Segovia, al negarle el derecho a defenderse, pero le han citado para el próximo mes de noviembre.
Con el cargamento de leche ya perdido, el objetivo de este empresario es demostrar que el pesaje al que fue sometido su camión por la Guardia Civil es incorrecto, para lo que aporta la documentación de transporte generada por un conocido productor de leche gallego en la que se indica que el camión salió de la fábrica con un peso legal de 40.180 kilos y no con los 44.400 kilos que pesó en la báscula móvil utilizada por la Guardia Civil.
De hecho, la capacidad de carga de la cisterna, que según el Ministerio de Industria es de 26.600 litros (la densidad de la leche es de 1,03 kilos/litro), junto con la tara del conjunto completo, 14.520 kilos, hacen imposible alcanzar la cifra que ha proporcionado la Guardia Civil. A juicio de la CETM este hecho pone de manifiesto la inseguridad jurídica que sufren en ocasiones las empresas de transporte por motivos ajenos a sus competencias.