El ministro de Fomento, José Blanco, ha tomado parte en el acto de inauguración del nuevo puente sobre el río Miño en Lugo, que se abrió al tráfico el pasado sábado. El nuevo puente permite mejorar la accesibilidad al casco urbano desde el suroeste de la ciudad, sustituyendo en esta función al antiguo puente romano que soportaba altas intensidades de tráfico (12.000 vehículos al día).
Las obras comenzaron en octubre de 2009 y se ponen en servicio con ocho meses de antelación respecto de la fecha prevista en el contrato vigente. El Gobierno de España ha destinado un total de 29,3 millones de euros a la puesta en marcha de esta nueva infraestructura para la ciudad. En el marco de esta actuación, además del nuevo puente se han construido los viales necesarios para conectar la actual circunvalación (N-VI) con las carreteras del sur de la ciudad. La longitud total del nuevo puente es de 195 metros, distinguiéndose dos tramos.
