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CAMPAÑA DE CONCIENCIACIÓN Y CONTROL

Tráfico realizará 20.000 controles diarios de alcoholemia a los conductores durante esta semana

El alcohol está presente en un tercio de los accidentes mortales y multiplica por nueve sus posibilidades

martes 12 de julio de 2011, 01:00h

Aumento del tiempo de reacción, problemas de visión, incremento de la somnolencia, pérdida de control, excitabilidad o problemas de coordinación son sólo algunos de los efectos que provoca la ingesta de alcohol en la conducción, llegando a multiplicar por nueve el riesgo de accidente.

Por este motivo y teniendo en cuenta que el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales, Tráfico ha iniciado ayer, lunes 11, y hasta el domingo 17 una nueva campaña de concienciación y vigilancia de alcohol en la conducción, en una época del año en el que el binomio ocio y alcohol está presente en numerosos momentos del día.

Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles sobre este factor de riesgo de accidente, estableciendo más de 1.000 puntos de control con el objetivo de realizar 20.000 controles diarios de alcoholemia a conductores que circulen por carreteras de ámbito DGT.

Como en campañas anteriores se ha cursado invitación a los Ayuntamientos de más de 25.000 habitantes, para que se sumen a la iniciativa con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos, así como a la Comunidad Autónoma de Cataluña y País Vasco que tienen las competencias de tráfico transferidas.

Aspaym colabora con Tráfico

Por su parte, la Federación Nacional de Asociaciones de Lesionados Medulares y grandes discapacitados físicos (Aspaym) colabora con la DGT, por quinto año consecutivo, en la concienciación de los conductores sobre el grave riesgo que supone para la conducción el consumo de alcohol.  Para ello, personas voluntarias  con lesión medular víctimas de un accidente de tráfico acompañaran a los agentes encargados de realizar los controles de alcoholemia. En ese momento, el voluntario de Aspaym se acerca al vehículo retenido, trasladándole el mensaje común de la campaña y demostrando al mismo tiempo con su presencia, las consecuencias y secuelas irreversibles de los actos imprudentes.

Aspaym desarrolla desde el año 2007 su propia campaña de sensibilización. "No corras, no bebas… no cambies de ruedas" es el lema de su acción que acompañan con un folleto de consejos destinado a convencer a los conductores de que beber y conducir son incompatibles.

Verificación de los datos

En 2010, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses realizó análisis toxicológico a 855 conductores fallecidos en accidente de circulación, de los cuales, 265 presentaron una tasa superior a 0,30g/l. Este dato confirma el aportado por la DGT de que en al menos un tercio de los accidentes mortales, el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante.

La ingesta de alcohol no solo está relacionada con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas.

Aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, el  nivel de riesgo de accidente de tráfico puede llegar a multiplicarse por nueve, de ahí, que desde Tráfico se haga un llamamiento a los ciudadanos para que el conductor no beba y se trate de impedir que otras personas que hayan bebido cojan el coche.

Pero no solo los conductores tienen riesgo de sufrir un accidente si conducen habiendo ingerido alcohol, los peatones, como los usuarios más débiles de la vía también tienen que estar el pleno uso de sus facultades físicas y mentales para transitar por la vía sin correr peligro. Según datos del Informe Nacional de Toxicología del año 2010, de los 211 peatones analizados, el 24,17% presentaban tasas superiores al 0,3 g7l de alcohol. Menor percepción o percepción equivocada de su entorno, pérdida de visión y mayor asunción de riesgos, son algunas de las consecuencias que se derivan de la ingesta de alcohol, aumentando la posibilidad de sufrir un atropello.