El transporte público de Riga ha ido sustituyendo y mejorando su material rodante de forma progresiva y ha introducido el billete electrónico gracias a un programa de desarrollo. Por su parte, Grenoble anuncia que su sistema de transporte público ya es 100% accesible para las personas de movilidad reducida. Grenoble ha conseguido este objetivo cuatro años antes de la fecha límite que exige la ley francesa de accesibilidad.
Por otra parte, la ciudad de Budapest se encuentra inmersa en un debate político sobre la renovación de su flota de vehículos transporte público. La idea de adquirir autobuses ya utilizados en países del oeste de Europa es la que más adeptos gana por sus ventajas financieras, ambientales y de gestión. El año pasado, Budapest ya adquirió 13 autobuses de los Países Bajos.
Además, el gobierno británico ha dejado entrever que está sopesando utilizar la red de carreteras para alentar y persuadir a los conductores mediante mensajes a utilizar el transporte público. Finalmente, Finlandia también ha manifestado que se está plantando crear un sistema de ticket común para todo el transporte público en el país.