El anuncio de que, a partir del 2 de noviembre, habrá diez minutos de conducción autónoma en todas las pruebas de circulación del examen de conducir, hecho días atrás por Pere Navarro, ha suscitado el respaldo total de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE). En principio serán siete las jefaturas de Tráfico donde se aplique la medida: Barcelona, Burgos, Las Palmas, Madrid, Navarra, Segovia y Sevilla.
La conducción autónoma consiste en que el examinador no ordena todas y cada una de las maniobras del aspirante, sino que se limita a indicar el punto de destino, dejando en libertad a éste para elegir el itinerario, algo que ya venía aplicándose en los diferentes puntos de examen del país con carácter esporádico y experimental.
"El examinador le pregunta al alumno al principio del examen si sabe llegar a un sitio concreto, por ejemplo un estadio, y luego valora si el alumno es observador y se orienta bien a la hora de seleccionar los carriles guiándose por la señalización existente", explica Rubén Castro, secretario General de la CNAE.
El examinador también puede pedir al aspirante realizar comprobaciones previas, como la verificación de los sistemas de seguridad, de los elementos básicos del vehículo y de la documentación, que no estaban especificadas en el anterior sistema de examen.
La conducción autónoma resulta de la aplicación de la directiva comunitaria 2006/126 sobre carnés de conducir, cuyo límite máximo de transposición en los Estados miembros es 2013 y que persigue !mejorar la calidad de los exámenes". Los expertos sostienen que este tipo de prueba de circulación relaja la tensión previa al examen y es beneficiosa para el aspirante.