Sobre Aena, Pastor ha declarado que "se espera una mayor generación de ingresos a través de la internacionalización del Grupo Aena, que vendría ‘tanto de una más intensa participación directa o indirecta en la gestión de aeropuertos fuera de España’, como de la venta de su know how mediante la comercialización de tecnologías y servicios aeroportuarios y de navegación aérea.
Por su parte, Adif tendrá limitaciones a las obras de alta velocidad, un asunto en el que Fenebús ha insistido que "se estaba invirtiendo en AVE, lo que no tenemos". "La alta velocidad está muy bien siempre que nos la podamos permitir, pero resulta más adecuado que en momentos de crisis se busquen alternativas como el apoyo al transporte en autobús, que es más barato, eficiente y requiere inversiones mucho menores. De hecho, el autobús para competir con el modo ferroviario únicamente necesita un espacio reservado, que le permita ofertar a los ciudadanos lo mismo que el ferrocarril frecuencia, tiempo de viaje y calidad", postula la federación de transportistas.
Las cifras del AVE
A este respecto, desde Fenebús recuerdan que en el mes de junio el corredor del AVE entre Toledo y Albacete dejó de prestar servicio porque registraba nueve pasajeros en sus tres expediciones semanales. "Traducido en dinero, a las arcas del Estado le costaba 18.000 euros cada día mantener el servicio desde que Renfe lo puso en marcha en diciembre de 2010, lo que supone que más de tres millones de euros de dinero público se han perdido en esta línea, a lo que hay que sumar que el Ejecutivo invirtió 3.500 millones de euros en la construcción del corredor Madrid-Cuenca-Albacete", explican.
"Parece que ya es hora de que se imponga la austeridad frente al derroche en infraestructuras y que se prime otros modos de transporte que requieren menor inversión y ofertan la misma calidad y servicio", enfatiza Fenebús, recordando las palabras de Ray Lahood, secretario de Estado de Transporte de Estados Unidos, quien al conocer la red de alta velocidad española comentó: "ustedes son ricos, nosotros esto no nos lo podemos permitir".
En el último número de Fenebús se mencionaba la comparación que hizo el catedrático de Economía de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Ginés de Rus, entre el número de pasajeros que utiliza anualmente la línea de alta velocidad entre Tokio y Osaka (130 millones), París-Lyon (25 millones) y Madrid-Barcelona (5 millones, de los cuales sólo la mitad realizan el trayecto completo).
