España, a través del IDAE, está participando activamente en la elaboración de la nueva Directiva marco sobre renovables que recoge el objetivo vinculante de alcanzar en 2020 el 20% de consumo estas energías en el consumo total de la UE; así como el objetivo vinculante mínimo para cada Estado Miembro de que el 10% de los combustibles, respecto de los que se consuman en la UE para 2020, sean biocarburantes.
En la nueva Directiva aparece con fuerza el criterio de los certificados de origen (los llamados "certificados verdes") para la comprobación de la energía producida. Respecto a los biocombustibles, la Directiva identifica criterios de sostenibilidad y su verificación, no solamente en cuanto a la producción comunitaria sino también en terceros países.
Asimismo, la Directiva presta atención a la definición de criterios para el cálculo del impacto del uso de biocombustibles en las emisiones de gases invernadero, para lo cual se incluye un anejo detallado según los productos a partir de los cuales se obtienen dichos biocarburantes.