Según ha publicado la agencia Efe, la iniciativa, que podría ser aprobada por el consejo de ministros alemán a comienzos de mayo, exigirá que los gestores de las 14.700 gasolineras en Alemania informen detalladamente por adelantado sobre las subidas o bajadas de precios. Asimismo deberán informar sobre las cantidades de combustibles que han adquirido a los mayoristas y los precios abonados a una nueva "oficina de transparencia de los mercados" dependiente de la Oficina Federal Antimonopolio.
El diario destaca que los grandes grupos energéticos que comercian con combustibles en Alemania han manifestado ya sus críticas a la iniciativa, que tiene su origen en el elevado precio de los carburantes y la variedad de los mismos, que en algunas gasolineras suben y bajan varias veces en la misma jornada.
"No tenemos nada que ocultar. La oficina proyectada será un nuevo monstruo burocrático que deberá financiar el contribuyente", ha advertido Klaus Picard, gerente la confederación de empresas mineralógicas alemanas MWV. Picard asegura que la iniciativa de Rösler no conducirá a una bajada de los precios de los carburantes, sino a un aumento de los mismos ante el trabajo administrativo suplementario al que se pueden enfrentar los gestores de las gasolineras.
