Las 20 unidades aportadas por Ford a este proyecto están destinadas al programa de investigación sobre comunicación coche-a-coche y coche-a-infraestructura, inscrito en un programa de investigación que durante los próximos cuatro años trabajará con una flota de 120 modelos destinados a experimentar con 20 tecnologías de asistencia al conductor. El programa simTD cuenta con un presupuesto de 53 millones de euros, de esa cantidad, 30 millones han sido provistos por el Ministerio Alemán de Economía y Tecnología, con la colaboración del Ministerio de Educación e Investigación. Además de Ford, varios fabricantes de vehículos o de componentes para éstos trabajan en el proyecto junto a las instituciones.
Las tecnologías probadas como parte de este proyecto son variadas. La luz de freno electrónica, por ejemplo, tiene como función alertar de la frenada a los vehículos que se encuentran detrás, incluso en situaciones sin visibilidad como curvas o con otros vehículos de por medio. El sistema de aviso de obstáculos, advierte a otros vehículos de la presencia de obstáculos en la calzada. También se prueba el mecanismo de gestión pública del tráfico, que utiliza distintas variables para ofrecer un pronóstico preciso del estado del tráfico.
Según los expertos, estas tecnologías de comunicación podrían cumplir con el doble objetivo de hacer las carreteras más seguras a la vez que reducen la congestión del tráfico. Estas tecnologías han sido probadas hasta ahora en entornos controlados, pero resulta necesario verificar su funcionamiento en carretera y en situaciones de tráfico real.
Un compromiso extendido
"Los vehículos recorrerán miles de kilómetros en pruebas de conducción y evaluaciones para recopilar valiosos datos de investigación de escenarios cotidianos" explicaba Christian Ress, técnico del departamento de Tecnología Avanzada e Investigación de Ford. Esta marca se ha convertido en líder en investigación en el campo de las tecnologías de comunicación entre vehículos y entre vehículos e infraestructuras.
El incremento del uso de estas tecnologías de comunicación forma parte del "Blueprint for Mobility" de Ford, que detalla las ideas fundamentales de la compañía para enfrentarse a los problemas de movilidad de aquí a 2025. La compañía sigue, por ello, con pruebas de este tipo no solo en Europa, sino también en el resto del mundo.
