Según la Comisión, un 6% de los accidentes de tráfico se deben a fallos técnicos. Éstos causan un total de 2.000 víctimas mortales al año y en torno a 50.000 heridos. Es por ello que se considera que la excesiva cantidad de vehículos que circula con fallos técnicos se trata de un problema de primer nivel. Algunos estudios cifran en un 10% los automóviles que sufren problemas que les impedirían pasar la ITV. Además, la normativa no contempla una gran cantidad de fallos de gran importancia como por ejemplo los problemas en el ABS o en el control electrónico de estabilidad.
Entre las medidas que se tomarán se encuentra el penalizar a turismos, furgonetas y vehículos de transporte ligero que tengan un kilometraje excesivamente alto, y si en el momento de su primera revisión se detecta que han alcanzado los 160.000 kilómetros las siguientes se realizarán anualmente. Para asegurar la eficacia de este mecanismo se establecerán lecturas registradas del kilometraje para así evitar manipulaciones en el cuentakilómetros. También se realizará un control obligatorio de los diferentes componentes de seguridad electrónicos del vehículo. Además, en los controles de inspección técnica en carretera que se llevan a cabo a los vehículos de transporte, se controlará la correcta sujeción de la carga, tras apreciarse que éste es un factor presente en un 25% de los accidentes de camiones. En cuanto a los turismos, las revisiones pasarán a ser anuales a partir del sexto año, en lugar de los 8 años actuales.
