La Terminal La Luz, además de ofrecer la logística y almacenamiento de contenedores propios de la infraestructura, también servicios de estiba para los buques que así lo requieran. Ese fue el caso del carguero de la naviera NYK, de 147 metros de eslora y bandera panameña. La carga a reorganizar estaba compuesta por 15 bultos de 12 metros cada uno.
Tras la valoración pertinente realizada por los técnicos se decidió dividir la operación en dos jornadas debido a su complejidad. Para realizar la operación la mercancía fue eslingada, una a una. Además, una gran parte de ella tuvo que ser descargada a tierra, maniobra que presentaba grandes complicaciones debido a las dimensiones de la carga manipulada y a su estado. Estas operaciones concluyeron con éxito gracias a la labor del personal implicado.