El proyecto de conversión de las refinerías de Sine y Matosinhos, que ha supuesto una inversión total de 1,4 miles de millones de euros, tiene como objetivo "aumentar la producción de gasóleo ante el detrimento de la producción de fuelóleo, en línea con las necesidades actuales del mercado, y con el fin de aumentar la competitividad del sector de refino de Galp Energía", según han explicado los responsables de la empresa.
De esta manera, Galp Energía pasará a disponer de producción de gasóleo suficiente para satisfacer la totalidad de las necesidades del mercado portugués, convirtiéndose en exportador de este producto que, hasta ahora, tenía que importar. Además, esta inversión supone para la compañía una contribución significativa para la reducción de la factura energética de Portugal, así como equilibrar la balanza comercial del país luso.
El nuevo hydrocraker, con una capacidad de procesamiento de 43 millones de barriles diarios de gasoil pesado de vacío, actualmente se encuentra operando bajo condiciones normales, habiendo llegado a unos niveles de producción comercial con una carga superior al 60%. El proceso de arranque se inició el pasado 10 de enero y se espera "que la producción se estabilice a la carga máxima durante el primer trimestre de 2013", según han destacado sus responsables.
En concreto, el proyecto de conversión permite a Galp Energía aumentar la complejidad de su sistema refinador que, según el índice de complejidad "Nelson", "pasa del actual 9,4 a un 10,7 en el caso de la refinería de Matosinhos y de 6,3 a un 7,7 en el de la refinería de Sines", según una nota de prensa enviada por la compañía.