Durante la reunión, el Ayuntamiento de Logroño, CERMI y Aulosa han revisado los datos disponibles sobre el funcionamiento de estas rampas y, ante los problemas puntuales que han surgido, han acordado una serie de medidas. Entre ellas, destaca el compromiso del CERMI-La Rioja por divulgar entre sus miembros la necesidad de comunicar cualquier incidencia que ocurra en este sentido, identificando el vehículo en el que se registre el problema.
Por su parte, la empresa adjudicataria del servicio de transporte urbano de la ciudad, Aulosa S.A. incrementará los controles del funcionamiento y mantenimiento de las rampas y establecerá mecanismos para una mayor sensibilización de los conductores de autobuses con el mundo de la discapacidad. A las medidas de control establecidas a la firma del contrato con la adjudicataria, que establecían por ejemplo que la remuneración económica de Aulosa dependiera del buen funcionamiento de las rampas, el Ayuntamiento de Logroño incrementará la vigilancia de las rampas del transporte público y de los estacionamientos ubicados en las cercanías de las paradas de autobús que puedan dificultar el despliegue de las mismas.
Así, desde la Unidad de Movilidad del Consistorio se revisará el estado de todas las paradas de autobuses con el objetivo de garantizar el perfecto despliegue de todas las rampas para que las personas con discapacidad accedan a los autobuses. Además, el Ayuntamiento se ha comprometido a rebajar los pasos sobreelevados que causan algún problema al despliegue de las rampas.
Por último, Ayuntamiento de Logroño, CERMI-La Rioja y Aulosa S.A. colaborarán para la realización de un estudio que abordará las condiciones de accesibilidad de la ciudad de Logroño. Diariamente, entre 35 y 40 sillas de ruedas acceden a los autobuses urbanos de la ciudad de Logroño, informa un comunicado municipal.