"Por cada hora que pasa en carretera, un automóvil puede llegar a introducir hasta 500 m3 de aire. Este aire contiene una gran variedad de partículas orgánicas e inorgánicas, cuya concentración es mucho más elevada en verano. Estas partículas, así como los vapores oleosos procedentes de los escapes de otros vehículos, pueden acabar en el compartimento del motor. El resultado: peores prestaciones del motor y probablemente un desgaste prematuro de los componentes del mismo", han explicado los expertos en filtros del Grupo Sogefi.
Por ello, han continuado, para evitar estos problemas, los filtros de aire deberían sustituirse regularmente durante la revisión anual. En este sentido, el director general de la división de Postventa de Sogefi, Andrea Taschini, ha asegurado que "nuestros filtros han sido diseñados para eliminar los contaminantes y, a su vez, protegen el motor, optimizan las prestaciones del vehículo y ahorran combustible, además de minimizar la contaminación medioambiental".
Taschini ha añadido que para garantizar un rendimiento óptimo del motor, "la tecnología de los filtros de aire debe ser de vanguardia". Los factores críticos, según los expertos en filtros, son la superficie de filtración, la calidad de los materiales de filtración y la forma en que se pliegan para asegurar un óptimo flujo. Además, los materiales empleados deben ser resistentes a los golpes y a las vibraciones, reciclables y, a menudo, retardantes de llama.
Los expertos del Grupo Sogefi recomiendan cambiar el filtro de aire cada dos años o cada 30.000 kilómetros, y con una mayor frecuencia si los vehículos circulan en ciudad, a bajas velocidades o si a menudo se encuentran en retenciones de tráfico.
