El informe también apunta a que el sector de las energías renovables es el más avanzado en la aplicación de Green Logistics, seguido de las empresas que se dedican a los recursos naturales, la automoción y la alimentación. Como señaló Xoán Martínez, director general de Kaleido, “la logística va a vivir en los próximos años una creciente presión para el control del gasto energético y de sus emisiones contaminantes, sin embargo estamos muy lejos de que el componente ambiental o de sostenibilidad pueda influir sobre la forma en la que realizamos nuestros procesos logísticos”.
Asimismo, aseguró que “las tendencias de futuro en cuanto a logística sostenible pasan por desarrollar entornos colaborativos, cuestionarse los modelos de producción y distribución existentes y buscar un índice de sostenibilidad logística”. Por su parte, el Presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López-Chaves, destacó la necesidad de apostar por el desarrollo de tecnologías eco-eficientes y soluciones de organización de procesos más sostenibles que supongan una mayor eficiencia en la producción y una minorización de los consumos energéticos, de las emisiones atmosféricas y, por tanto, de la huella de carbono asociada a los procesos y operaciones.
En este sentido, avanzó que la huella de carbono de la Autoridad Portuaria de Vigo se ha reducido en los últimos años 2 años en más de un 30% respecto al movimiento de mercancía, fruto de la política de la Autoridad Portuaria de reducción de consumo de recursos y mejora de la eficiencia energética. Asimismo, recordó que, en el caso concreto del Puerto de Vigo, se están llevando a cabo iniciativas de gran envergadura como el PROYECTO TEFLES, orientado a la reducción de las emisiones en el atraque a puerto, o el proyecto GREEN PORT ENERGY CENTER (GPEC), que se centra en el empleo de gas licuado para la producción de energía eléctrica, aire caliente y aire frío destinado al suministro a buques en puerto.
Falta de consenso
La legislación ambiental tiende a ser cada vez más exigente en relación a la medición de emisiones, lo que hoy es una estrategia de diferenciación, mañana será un requisito indispensable. Sin embargo, el sector del transporte es un sector difuso, no sometido a control de derechos de emisión, con un objetivo de cara a 2020 de reducción del 10% de emisiones con respecto al 2005. Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el transporte representa un tercio del consumo de energía final de los países miembros y más de un quinto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe muestra cómo existen numerosas metodologías de reporting y cálculo de emisiones, cada una con un nivel de incertidumbre y un alcance determinado lo que constituye un verdadero problema. Para la mayoría de las compañías logísticas, el 90% de sus emisiones están localizadas dentro del alcance tres, considerado voluntario. Por lo tanto, el nivel de incertidumbre de la medición es de vital importancia para obtener un resultado fiable y no una herramienta de marketing.
Como apunta Nicolás Troncoso, director de I+D+i de Kaleido, “más allá de la medición de emisiones, para poder hablar de logística sostenible o de Green Logistics, habría que tener herramientas que permitan poder valorar entre una logística clásica y una opción Green. Esto sólo se conseguiría estableciendo un índice de sostenibilidad logística, que permita al cliente valorar y decidirse entre diferentes opciones logísticas”.