También han valorado excesivo el coste del tren de alta velocidad entre Sao Paulo y Río de Janeiro, que ha sido estimado en 13.650 millones de euros para un recorrido de 440 kilómetros porque- según los reclamantes- beneficiará a los más ricos, que serán quienes puedan tener acceso al nuevo ferrocarril.
España tenía previsto acudir a la licitación de este proyecto con un consorcio integrado por empresas públicas y privadas que han visto perjudicadas sus expectativas de trabajo en el país amazónico, lo que les obligará a buscar inversiones en otros mercados.
Según cifras de Fenebús, si comparamos la línea prevista entre Río y Sao Paulo (440 kilómetros) con nuestro Madrid-Alicante (320 kilómetros), obtendremos una importante similitud, pero sólo en kilómetros, pues mientras que en el corredor español se han movido algo más de dos millones de viajeros desde su inauguración en junio de 2013, las previsiones para el corredor brasileño eran de 36 millones de usuarios por año. Por población, cabe destacar también las diferencias entre las ciudades brasileñas, sin el área metropolitana: Sao Paulo (11,3 millones), Río (6,3 millones) y las españolas Madrid (3,2 millones) y Alicante (336.000).
"Si, como dicen, el motivo de la suspensión del proyecto brasileño puede obedecer a las próximas elecciones generales en el país, no creemos que en España se paralice la construcción de ningún kilómetro de AVE proyectado, por muchas elecciones que concurran en el próximo año 2015. Pero en España está justificada la construcción de tantos kilómetros de AVE, hasta situarnos en el segundo lugar del mundo después de China, porque además de ser diferentes, somos ricos", reflexionan desde la federación de transportistas.
