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Mercedes-Benz invierte 190 millones para mejorar las áreas de carrocería bruta, pintura y montaje en su fábrica de Vitoria

Emilio Titos, gerente de la planta alavesa, ofreció un repaso a la historia y principales hitos del lugar

martes 07 de octubre de 2014, 02:00h

3.500 empleados, más de 900.000 unidades de la anterior generación de la Vito y el Viano producidas desde 2003 y una superficie total cercana a los 600.000 m²hacen de la sede de Vitoria la segunda mayor planta de furgonetas de Mercedes-Benz en el mundo, después de la de Düsseldorf. Pese a su trayectoria, la fábrica -que este año celebra su 60° aniversario- está más vigente que nunca.

Emilio Titos durante su presentación.
Emilio Titos durante su presentación.

Con el objetivo de posicionar a la nueva Vito en su segmento, se han invertido 190 millones de euros en mejorar las condiciones de producción de la furgoneta, habiéndose rediseñado y modernizado especialmente las áreas de carrocería bruta, pintura y montaje.

Con 257.000 m² destinados a la producción y una capacidad máxima de 474 furgonetas al día producidas en dos turnos, la planta de Vitoria ha introducido importantes mejoras para preparar la producción de esta nueva generación. Los empleados han recibido en total unas 300.000 horas de instrucción para la fabricación de los nuevos modelos.

Actualmente la planta se concentra con carácter exclusivo en la fabricación de la nueva Vito y la nueva Clase V. Esto plantea numerosos retos. Tres versiones de longitud, propulsión delantera, trasera e integral, motores en posición longitudinal o transversal y numerosas versiones de motorización y equipamiento hacen que prácticamente no haya dos vehículos iguales.

Para asegurar la calidad en estas condiciones se trabaja con el sistema de producción MPS, de validez internacional y que define procesos unificados para la fabricación de los vehículos con la estrella.  Un elemento central de MPS es la organización del trabajo, basada en las técnicas de "Shopfloor-Management" o gestión a nivel de línea de producción. Todas las personas involucradas en la producción de los vehículos, desde el jefe de la fábrica hasta los grupos de trabajo, se reúnen directamente en las líneas de montaje para comentar el estado de la producción y solucionar directamente posibles problemas.

Carrocería básica


La mayoría de los componentes para la carrocería se suministran a la planta listos para el montaje. No obstante, en la planta es necesario practicar las escotaduras para las ventanillas en las paredes laterales. Debido a la gran diversidad de versiones, con o sin acristalado lateral, o con acristalado parcial, este paso exige una gran flexibilidad en la fabricación. Para cortar las chapas se utiliza tecnología láser en una cabina separada. Según la ejecución, la longitud de corte puede ascender a unos 15,5 metros por vehículo. La tecnología láser no se utiliza solamente para cortar la chapa, sino también para soldar el techo. Otras técnicas de ensamblado son la soldadura con electrodos metálicos en atmósfera de gas activo y el uso de adhesivos.

En la sección de carrocería bruta trabajan unos 550 empleados y se emplean casi 750 robots. El motivo es, por un lado, la difícil manipulación de las planchas de chapa, en parte muy grandes, en un espacio muy reducido; por el otro, también es necesario para asegurar una reproducibilidad extremadamente alta. En la sección de carrocería bruta se trabaja con una precisión de fracciones de milímetro. Cada carrocería bruta consta de hasta 7.500 puntos de soldadura.

Con el relevo de modelos, la automatización en la carrocería bruta ha crecido hasta un 96%, y se ha aumentado una vez más la precisión.

Pintura

La pintura que protege y adorna la carrocería de una Vito pesa unos 40 kg. Está formada por varias capas: el fosfatado, la imprimación por inmersión cataforética, el aparejo y el esmalte de acabado alcanzan en suma un espesor medio de 0,1 mm. Esta cota equivale aproximadamente al diámetro de un cabello humano.

Chapas completamente galvanizadas desde el piso hasta el techo constituyen una robusta base para la carrocería. Pese a todo, es imprescindible someterlas a un sofisticado procedimiento para protegerlas de la acción de la intemperie. La amplia sección de pintura incluye también la aplicación del material insonorizante, la conservación de bajos y el sellado de huecos. Este trabajo es asumido en su mayor parte por robots. En la nave de pintado trabajan 55 de estos sofisticados ingenios.

En Vitoria se utilizan unos 150 colores diferentes para la pintura. Para los clientes flotistas es importante poder utilizar el color individual de su empresa. Antes de recibir la autorización para la producción, cada nueva pintura tiene que pasar por un proceso de comprobación.

Montaje

La línea de montaje es el área de producción con el mayor porcentaje de trabajo manual. Aquí es donde la carrocería pintada se convierte en una furgoneta con plena funcionalidad. En la sección de Montaje trabajan unos 1.550 empleados, que asumen con precisión y esmero un cometido muy exigente: el montaje de un número casi ilimitado de variantes. De las versiones de la carrocería, la propulsión y el equipamiento resultan millones de posibilidades. Esta diversidad no significa solamente un desafío para cada uno de los empleados, sino también para el área de logística, pues una Vito Furgón con equipamiento funcional requiere trabajos muy diferentes de los de una Vito Tourer con asientos o incluso de una Clase V con equipamiento completo.

Programa Ergomix

Este programa consta de una serie de ejercicios gimnásticos para la espalda con ayuda de aparatos profesionales. Todo ello durante el horario de trabajo  y bajo la supervisión de fisioterapeutas. Estas medidas han ayudado a disminuir la cuota de bajas por enfermedad. La cuota actual es de 2,3 a 2,4%.