Desde el sindicato se pone el acento sobre los siguientes puntos:
1. A partir del año 2009, el nivel de exigencia en cualificación y capacitación de conductores profesionales se ha intensificado notablemente. Nunca antes se había llevado a cabo un control tan exhaustivo sobre los trabajadores de este Sector.
2. Desde el citado año, de forma periódica y a nivel europeo, se imparten cursos para el manejo y control del tacógrafo digital y de capacitación profesional (CAP), tanto para reciclar conocimientos de trabajadores en activo como para formar a aquellos que quieren incorporarse como conductores profesionales en el transporte de mercancías por carretera.
3. Es un hecho que los trabajadores del Sector están sensibilizados con la necesidad de formarse y reciclarse para mantener los mejores niveles de seguridad, lo que prueba el hecho de que pongan su principal herramienta de trabajo (el carné profesional) como garantía ante cualquier posible incidencia, lo que supone que la empresa ya no asume responsabilidad alguna sino que ésta recae sobre el trabajador (quien puede llegar a perder su carné profesional, documento que le habilita para trabajar).
4. Visto lo anterior, las empresas del Sector compensan este nivel de profesionalidad, conocimiento, formación y cualificación con: salarios a la baja (con una caída del 25% desde el año 2008), jornadas irregulares (sin compensación por exceso de jornada), artimañas de dudosa legalidad como la constitución de empresas en países como Bulgaria, cuyos trabajadores y flota operan, exclusivamente, en España y, por último, contratación de trabajadores de Europa oriental en condiciones muy precarias y por menos sueldo.
Las exigencias no se correspoden con la valoración
Emilio Cardero, responsable de la sección de Carreteras y Urbanos de SMC-UGT, asegura a NEXOTRANS.com que ''no entendemos el exigir a los conductores un futuro certificado de conducción para luego ganar 900 euros. A este paso cobrará más un mozo de almacén que el conductor. La diferencia actual entre convenios es muy baja. Los conductores tienen una responsabilidad brutal, con accidentes que pueden llevar sus huesos a la cárcel y grandes responsabilidades con la carga y los tiempos. Los accidentes siguen sin investigarse como se dijo un mes atrás, si un conductor se duerme hay que averiguar las causas, tampoco se están vigilando los cambios de camiones''.
''Respecto al tema de la imposibilidad de hacer los descansos a bordo en Francia y Bélgica, es algo que nos parece bien pero matizando muchos puntos. Por un lado debería producirse un cambio en la legislación, ya que si no podría considerarse un abandono del trabajo el que los conductores dejaran su camión y carga. Tendría que realizarse en áreas vigiladas, porque si no sería un sinsentido. Se produciría un encarecimiento en el transporte, ya que con los 56 euros actuales que se les da a los conductores para comer desayunar y dormir, no sería suficiente para una pernoctación en un lugar también'', añade Cardero.
