En este contexto, Vila ha adelantado que se está trabajando en dos iniciativas legislativas para que la movilidad privada contribuya a financiar el transporte público, añadiendo que dichas iniciativas "sintonizan con los países más avanzados" y que por ello "cuentan con el consenso de prácticamente todos los grupos parlamentarios". Según ha explicado, las futuras leyes de adaptación y mitigación del cambio climático y de financiación del transporte público confluyen en el objetivo de "conseguir que la movilidad privada contribuya a la financiación del transporte público".
Santi Vila ha añadido que este tipo de actuaciones son "la garantía de que en Cataluña consolidaremos y haremos crecer un buen sistema de transporte público concebido como un verdadero derecho fundamental de una sociedad avanzada". El consejero confía en que las dos leyes queden terminadas este año y puedan ser aprobadas en sede parlamentaria en la próxima legislatura.
El consejero de Territorio y Sostenibilidad ha participado en una jornada técnica sobre la T-Movilidad y ha anunciado que este nuevo sistema de transporte, que sustituirá toda la gama actual de títulos, entrará en servicio, en su primera fase, durante el segundo semestre del próximo año en toda la primera corona de Barcelona. Posteriormente, se implantará de forma progresiva al resto de coronas con el objetivo de que el año 2018 sea una realidad en toda Cataluña.
Implantación de equipamientos y sistemas
El proyecto T-Movilidad se adjudicó por 58,1 millones de euros en el último trimestre de 2014 en la empresa SocMobilitat, formada por CaixaBank, Fujitsu, Indra y Moventia. Desde entonces, se está llevando a cabo el proceso de implantación de los equipamientos y sistemas en todo el conjunto de empresas de transporte del ámbito integrado por la ATM del área de Barcelona. Una vez finalizado este proceso, tutelado por la ATM que mantiene el control y la propiedad del sistema, ya estará todo listo para empezar a testar el nuevo sistema, con el objetivo de evaluar la transmisión de datos y su correcto funcionamiento.
La T-Movilidad es una tarjeta que se adaptará a cada usuario y que permitirá calcular el precio del transporte público de manera personalizada, en función del grado de uso del sistema y de las características personales que dan derecho a bonificaciones. Por lo tanto, el precio por viaje se adaptará a la movilidad real de cada ciudadano. Será una única tarjeta independientemente de las zonas tarifarias que se recorran y los modos de transporte que se utilicen. Sólo en el área de Barcelona, por ejemplo, se sustituirán más de 80 títulos integrantes de transporte por una única tarjeta. El sistema de pago también variará ya que se podrá hacer desde Internet, el móvil o usando un sistema de pospago. El nuevo sistema proporcionará, por tanto, más información y flexibilidad a los usuarios, nuevos medios de pago y una tarifa adaptada a su movilidad real. Por su parte, a la administración le dará información real del uso del transporte público. Será, en este sentido, una herramienta imprescindible para adaptar la oferta a la demanda real.
El alcance del suministro del hardware y sistemas adjudicado comporta la implantación de 14.000 terminales de interacción con el usuario, como pasos de control de acceso, máquinas de venta y recarga, los equipamientos en autobuses y tranvías, consolas de conductor o validadoras embarcadas, entre otros.
Características básicas del sistema tecnológico de la T-Movilidad
- Es un proyecto de I + D + I para el sistema de transporte público de Cataluña.
- El sistema tecnológico se ha diseñado siguiendo un modelo de especificaciones abiertas y normadas internacionalmente.
- Es un proyecto Contactless-NFC.
- Dispone de un sistema de alta seguridad que garantizará las transacciones hechas de extremo a extremo.