El sistema, denominado BusVigía, utiliza una cámara en el frontal del autobús para posicionarse en los diferentes carriles de la vía así como para registrar las matrículas de los vehículos que, o bien obstaculizan el tránsito de dicho autobús por su vía preferente o bien que circulan de manera ilegítima por el carril bus. Este sistema de visión artificial inteligente es capaz de filtrar los vehículos que circulan o estacionan en el carril bus de los que no se encuentran en él en condiciones climatológicas o de luminosidad variables.
“Evidentemente, este hecho diferenciador de filtrado de casos es el núcleo de cualquier sistema integrado de reconocimiento de matrículas que se embarque en un vehículo controlador y por ello ha sido objeto de patente (P201200717)”, explican sus desarrolladores. BusVigía potencia el uso de la visión artificial para la detección de infracciones en carril bus. Las infracciones pueden ser automáticamente grabadas y analizadas en tiempo real para detectar matrículas, filtrando falsos positivos con una fiabilidad del más del 90%, explican los investigadores.
El sistema BusVigía está altamente optimizado y permite ejecutarse en tiempo real incluso en equipos de cómputo de bajas prestaciones. De este modo, es posible detectar y procesar las matrículas de forma simultánea sin interferir en el proceso de análisis de nuevas imágenes.
Ventajas del sistema
Entre las principales ventajas del sistema destacan la mejora de la movilidad urbana, así como una importante optimización de costes para el servicio. En ciudades como Madrid, la vigilancia de los casi 100 km lineales de carril bus se realiza a través de una flota de vehículos especializados denominados SACE. Dichos vehículos circulan regularmente por las vías de mayor congestión que incluyen carril bus y denuncian las infracciones. “El sistema BusVigía evitaría, u optimizaría, la circulación de estos vehículos, ahorrando los costes de su adquisición, el combustible gastado y disminuyendo el tráfico rodado”.
“El sistema BusVigía es fundamentalmente un mecanismo disuasorio. La alta densidad de controladores en el carril bus (hasta uno por autobús) hace que la frecuencia de paso se incremente y que un vehículo infractor tenga una alta probabilidad de ser sancionado”. Asimismo, permite eliminar los separadores de carril, consiguiendo que los carriles de uso exclusivo de autobuses se pudieran utilizar para otros usos (estacionamiento, carga y descarga, tráfico general, etc.) en franjas horarias determinadas. “Con esta novedosa idea, se conseguiría una mayor flexibilidad a la hora de utilizar dichos carriles, atendiendo a las condiciones de tráfico habituales de las ciudades, explican los investigadores”.
En ciudades como Madrid, un 40% de los tramos de carril bus tienen separadores físicos que dificultan la invasión de dicho carril. Estos elementos urbanos son extremadamente peligrosos para motoristas y algunas asociaciones de conductores han propuesto reiteradamente su retirada. Además, los vehículos particulares, taxis e incluso autobuses tienen una alta accidentalidad por los separadores que terminan generando gastos adicionales de instalación y mantenimiento. BusVigía actúa como un efectivo sistema disuasorio y elimina la necesidad de instalar separadores físicos de carril, destacan sus desarrolladores.
Los carriles de uso exclusivo de autobuses están situados en las zonas de mayor congestión de tráfico de la ciudad siendo, precisamente en esas zonas, donde la velocidad de línea se puede ver seriamente perjudicada en caso de invasión del carril bus. Por ello, un sistema que favorezca el buen uso, ya sea disuasorio o activamente sancionador, mejorará la eficiencia de la movilidad en la ciudad. Consecuentemente, las rutas reducirán sus tiempos y los pasajeros obtendrán una mayor satisfacción por el servicio, señalan los investigadores.
“El sistema BusVigía es una innovación a nivel mundial. No existe en el mercado un sistema autónomo tan específico y eficiente para el control de los carriles de uso exclusivo de autobuses. Hay indicadores importantes para las ciudades que miden la eficiencia del transporte urbano, su sostenibilidad y su red de conectividad, así como la implantación de sistemas en línea con el concepto de smart city. Cualquier aporte positivo en estos ejes favorece a su ciudad como conjunto, y BusVigía es un innovador ejemplo de ello”, concluyen.
