Se pone en marcha un coche 100 % eléctrico por parte del Ayuntamiento de Barcelona y Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) con el fin de sancionar las infracciones en el carril bus. El objetivo es evitar que vehículos no autorizados invadan los carriles reservados y obstaculicen el paso de los autobuses. Esta medida responde a una demanda histórica del personal de conducción, quienes buscan tener un servicio más rápido y seguro.
Barcelona cuenta actualmente con una red de 221,8 km de carril bus
Los coches que se detienen en el carril bus y obligan a los autobuses, vehículos largos de 12 o 18 metros, a esquivarlos son el principal obstáculo. Además de aumentar el riesgo de accidente por las maniobras que tienen que realizar los conductores de los autobuses para cambiar de carril o bien impiden que el bus se detenga en el lugar destinado a hacer subir y bajar el pasaje, también moderan la velocidad del bus. En fase de pruebas, el vehículo comenzará a funcionar y sancionará las infracciones estáticas (parada o estacionamiento) que se cometan en los carriles bus. Además, será un sistema complementario a la acción de la Guardia Urbana. Se espera que la fase sancionadora empiece en mayo, después de dos meses de pruebas.
Las imágenes de los vehículos privados o de distribución de mercancías estacionados o parados en el carril reservado para el bus serán fotografiadas por el coche y enviadas al Instituto Municipal de Hacienda (IMH), quien se encargará de gestionar la sanción correspondiente. Según el caso, las multas pueden variar entre los 60 y los 200 euros. Durante el horario de servicio de los autobuses, el coche circulará de manera planificada por las zonas en las que estas infracciones tienen más impacto en la circulación. Con el fin de realizar esta tarea, cuenta con dos cámaras ubicadas en el exterior de la carrocería. Una de ellas está habilitada con un lector de matrículas, mientras que la otra se encarga de leer el contexto.
Carriles reservados para el transporte público
Una medida que prioriza el transporte público de superficie y lo separa del resto de la circulación es el carril bus. La comodidad de los usuarios, la velocidad comercial y la seguridad en la conducción se incrementan con esta medida. Además, mejora la accesibilidad en las paradas y contribuye a mantener la regularidad del servicio. En este momento, la ciudad cuenta con una red de 221,8 kilómetros de carril bus.