Cuenta con dos trabajadores de TMB en su interior
Este modelo es un sistema complementario a la acción de la Guardia Urbana, cuya función es la de disuadir y sancionar las malas prácticas que cometen los conductores de vehículos privados y de mercancías en los carriles reservados, obstaculizando el paso de los autobuses. Con esta medida, se espera mejorar la eficiencia del servicio del transporte público, la velocidad del bus y la seguridad vial, evitando que los conductores tengan que llevar a cabo maniobras complejas para esquivar vehículos detenidos en el carril bus.
Este coche se encargá por tanto de detectar vehículos estacionados, fotografiar la infracción cometida y enviar al caso al Instituto Municipal de Hacienda, que se encargará de imponer multas que oscilan entre los 60 y los 200 euros. Se trata además de una versión 100% eléctrica del modelo Nissan Leaf, reconocible por el logotipo de TMB, sus colores rojo y blanco, y su identificativo 'Control fotográfico carril bus'. Circula de forma planificada por las calles de la ciudad de Barcelona por las zonas con mayor impacto de este tipo de infracciones en la circulación durante el horario de servicio de autobuses, siempre con dos empleados de TMB a bordo.
Asimismo, durante estos primeros días también se está poniendo en marcha un equipo de informadores que comunican a los vehículos que parados o estacionados en el carril bus que dicha acción está prohibida. Estos se sitúan en las calles donde se ha detectado un mayor número de infracciones durante el período de prueba, y reparten folletos con información al respecto y sobre las zonas de carga y descarga más cercanas.