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Peligro de colapso ante la próxima sustitución obligatoria de tacógrafos

Peligro de colapso ante la próxima sustitución obligatoria de tacógrafos

En caso de retrasos, algunos vehículos podrían quedar paralizados en enero de 2025

martes 12 de marzo de 2024, 15:43h
Apenas un 10% de los vehículos han llevado a cabo la sustitución, obligatoria antes de diciembre de este año, lo cual preocupa a la Comisión Europea.

Una de las principales novedades introducidas por el Paquete de Movilidad de la Unión Europea tiene que ver con la introducción del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, que entró en vigor el pasado mes de agosto. Desde entonces, este debe venir instalado en todos los vehículos nuevos, pero también se estableció un periodo para que los vehículos que estuviesen equipados con la anterior generación y realicen transporte internacional sustituyeran el dispositivo antiguo por el nuevo. Un plazo cuya fecha límite ya empieza a vislumbrarse en el horizonte.

Unos 140.000 vehículos tendrán que realizar esta sustitución

Diciembre de 2024 es el momento en que todos los modelos que lleven instalado un tacógrafo analógico o digital no inteligente deberán haber instalado el de segunda generación, mientras que aquellos que cuenten con un tacógrafo inteligente de primera generación deberán hacerlo antes de agosto de 2025. Y aunque la fecha parece aún muy lejana, desde asociaciones como Fenadismer destacan la importancia de anticiparse todo lo posible a este proceso, algo que por ahora no está ocurriendo y podría acarrear problemas en el futuro.

Actualmente, solo el 10% de los vehículos afectados están llevando a cabo el proceso de sustitución de sus tacógrafos. Teniendo en cuenta que se estima que estas labores tendrán que realizarse en unos 130.000 camiones y 10.000 autobuses, en el Sector empiezan a temer un posible colapso en los últimos meses de este periodo, ya que si todo el mundo espera al final es posible que algunas sustituciones no puedan llevarse a cabo a tiempo.

Advertencia de la Comisión Europea

De hecho, la Comisión Europea ya ha remitido una carta a los Estados miembros en la que transmite su preocupación al respecto, instando a los transportistas a aprovechar las inspecciones periódicas para adelantar este proceso. "El tacógrafo debe someterse a una inspección periódica al menos cada dos años. Si se utilizara dicha inspección para reemplazar el tacógrafo existente por un tacógrafo inteligente de segunda generación, casi el 80% de los vehículos no necesitarían programar una visita adicional a un taller con el único fin de reemplazar su tacógrafo", aseguran.

De igual manera, desde Fenadismer han querido también recomendar a los transportistas que planifiquen esta sustitución sin esperar a final de año, ya que podrían sufrir retrasos ante una posible falta de componentes o sobrecarga de trabajo de los talleres especializados. Si esto ocurre, algunos vehículos podrían verse paralizados a partir de enero de 2025, una situación mucho más conflictiva.