El aeropuerto Ámsterdam Schiphol está en camino de convertirse en uno de los aeropuertos más verdes del mundo gracias a una serie de estrategias para reducir las emisiones. La última es la adopción en servicio de una flota de 35 ebuses 100% eléctricos BYD, que se utiliza en la zona de operaciones para el transporte de pasajeros entre aviones y terminales.
Los ebuses de 12 metros BYD son los primeros autobuses de gran tamaño eléctricos puros que proporcionan transporte en un aeropuerto importante del mundo y también son los primeros en Europa que cuentan con sólo dos baterías. El reducido número de baterías, posible gracias a los requisitos del funcionamiento de un aeropuerto, significa más espacio para los pasajeros y la reducción de peso en general, que a su vez significa una operación más eficiente.
Las autoridades del Schiphol eligieron BYD después de un proceso de licitación europeo. También ha habido pruebas extensas del ebus en 47 grandes ciudades europeas y éstas han demostrado que los autobuses eléctricos puros son totalmente viables, por lo general pueden realizar tareas el día completo con una sola carga y, debido al coste mucho más bajo de electricidad en comparación con el combustible diésel, ofrecer una fuerte reducción de coste total de propiedad.
"BYD se enorgullece de poder ofrecer al Schiphol una solución libre de carbono para su manejo en la parte aeronáutica de pasajeros, algo que es un importante contribuyente a la finalidad del aeropuerto de ser un líder mundial en el transporte verde", aseguró Isbrand Ho, director general de BYD Europa. "La capacidad de los aeropuertos para ser verdes se basa realmente sobre todo en la reducción de emisiones en tierra, y hay un enorme potencial para nosotros para ayudar en el proceso'', agregó Ho.
El contrato de Schiphol viene precedido de dos años de operación exitosa de una flota de ebuses BYD en la isla holandesa de Schiermonnikoog, que ha electrificado toda su flota, con el resultado de que la operación fue votada número uno en el transporte público en los Países Bajos por los pasajeros. Además dos ebuses han completado casi 18 meses de servicio en Londres y muchos más operadores europeos están considerando activamente hacer pedidos, dado el potencial del ebus para eliminar las emisiones de las carreteras y reducir drásticamente los costes operativos gracias a la bajada de precio de la electricidad en comparación con el diésel.
