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TRES DESAFÍOS A SUPERAR

David Simchi-Levi, cofundador de LogicTools relata los tres desafíos a los que hay que hacer frente

"Los directivos que fracasen al revisar y reaccionar ante las emisiones de CO2 en sus cadenas de suministro se verán indudablemente incapaces de responder a las demandas internas y externas"

jueves 03 de julio de 2008, 01:00h

Ayer comenzamos la publicación del artículo de David Simchi-Levi, que sigue y finaliza hoy. En él centra su atención en los tres desafíos que hay que superar para poder alcanzar una 'logística verde', ya que:  "para reconocer competentemente los problemas e identificar la serie de acciones que deben ser implementadas, existen tres grandes desafíos que la industria debe todavía resolver para que la gestión de la logística verde sea una auténtica realidad".

"El primero de estos desafíos es la falta de una tecnología apropiada que apoye a las empresas en sus esfuerzos por adoptar el enfoque verde. En segundo lugar, las compañías carecen normalmente de los procesos de negocio requeridos para capturar los datos correctos y poder así utilizar la tecnología eficazmente. Finalmente, existe un desequilibrio entre los requisitos verdes y las prácticas 'lean' (producción ajustada) adoptadas por la industria en los últimos años. Al trabajar en pequeños lotes,  la fabricación y la cadena de suministro son más eficaces con el método de producción ajustada.  Este enfoque, sin embargo, puede contradecir directamente las iniciativas verdes al provocar que los envíos de transporte o las paradas en las líneas de producción sean más frecuentes, lo que aumentará las emisiones de dióxido de carbono. Un argumento similar puede utilizarse para el outsourcing, que implica frecuentemente que determinadas partes del proceso de fabricación sean transferidas a plantas que están en el otro extremo del planeta y los productos deban ser transportados de nuevo para la siguiente fase del proceso de la cadena de suministro, una vez más en detrimento de la política verde."

"Los sistemas de diseño y planificación de la red, que incorporan el factor de la huella de carbono, son cada vez más buscados por las compañías para hacer frente a los desafíos verdes. Existen tres beneficios principales ligados a estas soluciones: En primer lugar, la capacidad para incorporar datos estándar sobre las emisiones de dióxido de carbono suministra al usuario unos valiosos datos sobre las emisiones contaminantes en diversas actividades de la cadena de suministro, desde las plantas de producción a los almacenes y los diversos modos de transporte. Esto ayuda a las compañías a conseguir un buen punto de partida para su evaluación de la huella de carbono, un aspecto crítico para cumplir las restricciones normativas, obtener un beneficio económico derivado de la comercialización de las emisiones en el mercado y alinear los objetivos medioambientales corporativos. En segundo lugar, las capacidades de reporting ayudan a los usuarios a evaluar los niveles de emisión de dióxido de carbono, permitiéndoles tomar decisiones que conjuguen el respeto por el medio ambiente con las regulaciones gubernamentales que exigen un reporting de inventario, como el Protocolo de Kyoto. En esencia, los usuarios pueden evaluar con sencillez los equilibrios entre costes y niveles de servicio y comprender mejor los equilibrios medioambientales. Y en tercer lugar, la capacidad para fijar un límite de emisiones, forzando un techo no negociable para la huella de carbono al mismo tiempo que se evalúan los costes de la logística y los equilibrios de servicio. Esto, por ejemplo, permite a los usuarios optimizar su red logística incorporando los límites impuestos por el Protocolo de Kyoto sobre las emisiones de dióxido de carbono, o a través de los indicadores de emisión de sus socios en la cadena de suministro".

"Cabe destacar también que, al resolver las necesidades de la logística verde, los directivos pueden abordar, sin darse cuenta, otras importantes cuestiones industriales como la optimización de la cadena de suministro de punto a punto, la elevación de los costes energéticos o las políticas de gestión de riesgos. Un rasgo de la optimización de la red está en las muchas soluciones que resultan extremadamente cercanas en cuanto al coste total. Por tanto,  esto ofrece la oportunidad de buscar soluciones que satisfagan otros criterios, por ejemplo, el suministro de mercancía extra para la gestión de riesgos de rotura de stocks o la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Los responsables de la toma de decisiones pueden apreciar realmente el coste y el impacto de las opciones disponibles para después analizar sus cadenas de suministro y lanzar sus propuestas. La optimización de la red permite abordar la gestión de riesgos, como el rediseño de una estrategia de distribución en caso de cierre de un puerto, de un incendio en una planta o de problemas con un proveedor"

"El camino hacia la cadena de suministro verde es una cuestión industrial que crecerá a pasos agigantados. Los directivos que fracasen al revisar y reaccionar ante las emisiones de dióxido de carbono en sus cadenas de suministro se verán indudablemente incapaces de responder a las demandas internas y externas. Tecnología, procesos de negocio y producción ajustada frente a producción verde son algunas de las barreras existentes en la evaluación. Utilizar sistemas de diseño de red, optimización y planificación, que incorpore el factor de la huella de carbono, será por tanto un aliado crucial para “teñir de verde” la cadena de suministro y ofrecer a los directivos de la cadena una visión transparente de todos los procesos.  Puesto que la misma tecnología puede utilizarse para atender cuestiones como la optimización de la cadena de punto a punto, la escalada de los costes energéticos y la gestión de riesgos, el argumento es lo suficientemente convincente. Dada esta convergencia de las preocupaciones industriales, los directivos de la cadena de suministro pueden aportar mucho valor pensando en la estrategia competitiva a largo plazo y siendo verdes en el proceso".