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SEGURIDAD

El 30% de las barreras de seguridad de las carreteras españolas presentan defectos

Deformaciones, oxidación o extremos sin enterrar podrían afectar al correcto funcionamiento de estos elementos en caso de impacto

lunes 15 de agosto de 2016, 07:00h
Las barreras de seguridad son dispositivos que se sitúan a lo largo de los márgenes exteriores de una carretera o en la mediana para evitar que los vehículos que se salen de la calzada alcancen un obstáculo o un desnivel, o invadan otras vías de circulación. Un tipo de siniestro que, en 2014, se cobró la vida del 38% de los fallecidos por accidente de tráfico.
El 30% de las barreras de seguridad de las carreteras españolas presentan defectos
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Al igual que el resto de elementos del viario, el correcto funcionamiento de estos sistemas está sujeto a un adecuado mantenimiento de los mismos, tanto en lo que respecta a la propia barrera como a su instalación. Sin embargo, el último informe sobre “Necesidades de Inversión en Conservación”, desarrollado por la Asociación Española de la Carretera (AEC), revela que el 30% de las barreras de seguridad instaladas en las carreteras españolas están en mal estado o adolecen de una disposición incorrecta.

Los principales defectos detectados por la auditoría de la AEC son oxidación y deformación, uniones no aptas, tramos con alineación incorrecta y extremos no enterrados.

Las deficiencias asociadas al efecto del óxido sobre el acero se presentan en un 5% de los casos; en todos ellos se observan muestras de oxidación en más de la mitad de la superficie de la barrera.

Asimismo, el 3,5% de los sistemas de contención metálicos instalados en las carreteras de nuestro país presentan deformaciones, habitualmente debido a impactos tras los cuales la barrera afectada no ha sido sustituida.

Las uniones no aptas (tornillos que faltan o no están bien ajustados) y los tramos con alineación incorrecta (el borde superior del dispositivo ha de mantenerse paralelo al terreno, sin ondulaciones) aparecen –siempre según datos de la AEC- en un 8% y un 4% de los casos, respectivamente.

Por último y considerando el peligro que esta situación entraña en caso de impacto, resulta especialmente preocupante el porcentaje de extremos de barrera no enterrados que registra el informe, un 19% para el conjunto de las dos redes viarias estudiadas (Red del Estado y Red Autonómica).

Necesidades de inversión en conservación de barreras de seguridad

Las terminaciones en “cola de pez” son un tratamiento del extremo de la barrera actualmente en desuso y no recomendado en las normativas técnicas en vigor debido al riesgo de empotramiento.

Pese a ello, el 9% de las barreras de seguridad de las carreteras españolas aún cuentan con este tipo de extremos, tal y como se desprende de la investigación realizada por la Asociación Española de la Carretera.

La fabricación de las barreras de seguridad responde a unos procesos de control muy exigentes, habiendo de superar ensayos de choque a escala real para verificar su correcto funcionamiento; estas pruebas son realizadas por laboratorios acreditados utilizando distintos tipos de vehículos (turismos y vehículos pesados) o maniquíes que simulan el cuerpo de un motociclista.

Una instalación inadecuada o una mala conservación podrían afectar a la respuesta de estos sistemas en caso de accidente.

¿Cuál es su coste de mantenimiento? En términos generales y de acuerdo con las conclusiones del informe de la Asociación Española de la Carretera, la inversión necesaria para reponer ese 30% de barreras que están deterioradas, considerando las redes del Estado y Autonómica en su conjunto, asciende a 229 millones de euros.