En 1987 la cuota de mercado de MAN en el segmento de camiones de más de seis toneladas era del 6,5%, para un volumen total de matriculaciones cercano a las 35.000, y que hoy se ha duplicado prácticamente
Es en los años 70 cuando se consolida una red que, hoy en día, cuenta con 61 puntos de asistencia repartidos por todo el territorio nacional. Con la creación de la filial se construye la actual sede, situada en Coslada, que se inaugura justo el año siguiente (1988). Por entonces, la plantilla estaba formada por unas 35 personas que hoy se han convertido en 468 trabajadores. La situación comercial también ha cambiado mucho en las tres últimas décadas, pues en 1987 la cuota de mercado de MAN en el segmento de camiones de más de seis toneladas era del 6,5%, para un volumen total de matriculaciones cercano a las 35.000, y que hoy se ha duplicado prácticamente.
En el caso de los autobuses y autocares, la evolución de la participación de MAN en el mercado también es significativa, pues partiendo de un 3,9% en el año 1990, la marca llegó a alcanzar una cuota récord del 25,2% en el año 2002, para consolidarse a partir de entonces en el entorno del 20% hasta la actualidad. Coincidiendo con este 30º aniversario, se producirá en MAN un hito histórico: la llegada de la TGE y, con ella, la incursión de la marca en el segmento de los vehículos comerciales.
Pioneras
Paloma Gil es la empleada que más tiempo lleva en la casa. Ya formaba parte de MAN cuando se formó la filial, por lo que ha vivido toda la historia en primera persona: “Es evidente que las cosas han cambiado muchísimo. Hace 30 años, la informática era algo impensable y todo el trabajo se realizaba de forma artesanal. Pero eso nos permitía mantener unas relaciones personales que son la base de lo que hoy queremos como empresa, estar lo más cerca posible de los clientes. Y creo que lo estamos consiguiendo. Es una suerte trabajar en MAN y no me arrepiento de haber pasado aquí casi toda mi vida profesional”.
Otra ‘veterana’ de MAN en España es Encarnación Ramiro, la primera persona que firmó un contrato laboral para la filial, cuando se creó formalmente. Recuerda aquellos tiempos “con cierta nostalgia, porque todo era mucho más familiar, pero nos hemos convertido en una gran compañía, consolidada y reconocida por parte de todos, y me alegra haber aportado mi pequeño granito de arena en todo este proceso. Eso sí, creo que el ambiente en general se parece bastante al original que teníamos hace 30 años, porque somos compañeros y, en muchos casos, amigos”.