Desde Atradice, junto al resto de organizaciones pertenecientes al Comité Madrileño de Transporte por Carretera, se ha mostrado un descontento generalizado porque parte de sus propuestas han sido ignoradas. El plan supone al Sector un gran esfuerzo inversor, casi inalcanzable para las fechas que se han establecido.
Entre las propuestas ignoradas está la de aumentar la capacidad de carga de los vehículos para que, sin variar sus proporciones, reduzcan sus recorridos y así las emisiones. También se ha hecho caso omiso a la solicitud de que el plan solo afectase a los vehículos sin distintivo a partir de 2025 en lugar de a partir de 2020. El Sector del transporte de mercancías se siente discriminado por el Plan A, ya que es más restrictivo con él que con el resto de vehículos.